Mariano Arriaga, el medico negacionista, fue imputado este jueves por la tarde en el Centro de Justicia Penal de Rosario, junto con otras dos personas, por los delitos de instigación y violación de las medidas contra la epidemia. Pero su historial judicial es de vieja data. Una causa pesó sobre él en la década pasada por estafar a la obra social de la Armada DIBA cuando fingió la realización de una cirugía ocular en el Hospital Naval de Ushuaia.

Aquella contienda judicial se llevó adelante en el Juzgado de Instrucción de Tierra del Fuego a cargo del juez Federico Calvete. En esa oportunidad, el magistrado ordenó una investigación que derivó en una instancia penal, que tras un juicio abreviado en 2012,  llevó a Arriaga confesar su delito. Por ello recibió como pena 80 horas de trabajo comunitario en una biblioteca de esta provincia patagónica.

Marcelo Yedro, oftalmólogo de Tierra del Fuego, fue el perito de la justicia Federal en la causa por estafa y mala praxis. Según contó a Rosarioplus.com, un paciente al que Arriaga había operado y al que trataba en el Hospital Naval acudió casi por casualidad a otra guardia oftalmológica y así se descubrió el ardid.

En la guardia, un grupo de profesionales chequearon y constataron la mala praxis de Arriaga tras una observación de rutina. Sólo tenía un pinchazo en el lóbulo ocular y nunca había sido intervenido quirúrgicamente por la patología de glaucoma, malestar diagnosticado por el hoy referente de los Médicos por la Verdad y que el paciente nunca tuvo.

“En ese momento opiné que nos se había hecho la práctica médica y él la había facturado. De ahí en más se le abrió una causa. La facturación era a la obra social de la Dirección de Bienestar de la Armada (DIBA) donde él ejercía”, explicó y sumó que además para evitar dudas se recurrió a peritos de la Corte Suprema de la Nación que avalaron su pericia y “estuvieron de acuerdo con lo que se había expresado”, recordó Yedro.

El perito aseveró que el ardid del médico negacionista era sacarle plata a la obra social sin hacer la práctica correspondiente. “Les decía a los pacientes que tenían presión ocular, los hacía entrar al quirófano y no los operaba. Más que por un daño en el ojo lo que había era una defraudación al paciente, un tema ético más que nada. El aparte de la oftalmología practicaba algunas medicinas homeopáticas”, explicó y reveló que esta conducta era común en Arriaga y que el caso denunciado “no fue el único”. 

De acuerdo a Yedro, en Tierra del Fuego la fiscalización está dividida en dos partes, en el sur Ushuaia y en el norte Río Grande, estas dos dependencias colegiadas se encargan de fiscalizar a los médicos en dicha provincia. Pero Arriaga no sólo está matriculado en el territorio más austral de argentina, también tiene permiso para ejercer la medicina en la Ciudad de Buenos Aires, Chubut y Río Negro, provincia donde dijo residir cuando fue detenido este martes y tiene actualmente su domicilio, precisamente en El Bolsón. 

También, desde la Patagonia, Cristina Aguado, médica oculista jubilada y oriunda de la ciudad de Río Grande, quien trabajó 25 años en el hospital de esa localidad y compartió su espacio profesional con Arriaga, contó a este medio que conoció a su colega en el 2003, cuando éste se sumó al servicio de oftalmología del nosocomio de Río Grande. 

“Tuvimos diferencias importantes de diagnóstico y una discusión muy fea, violenta, y a mí me llamó la atención porque eso no es lo habitual entre colegas, menos de la misma especialidad”, describió. Asimismo y por esta situación incómoda, Aguado comenzó a evaluar a los pacientes que compartía con Arriaga con diagnósticos y opiniones de otros profesionales que además, según dijo, “estaban de acuerdo” con su mirada clínica y eran opuestas a las del cuestionado médico.

Por otro lado, se puso en contacto con otros colegas de la Patagonia para ver si era real lo que manifestaba su compañero de servicio: ser dueño de una clínica de Lago Puelo y Bariloche. Es que Arriaga se vendía como un súper profesional.

“Como que era una personalidad importantísima y se había ultraespecializado. Había estado en Sudáfrica, en Australia, en distintos lugares, y todos los oftalmólogos con los que me relacioné decían lo mismo: que era un psicópata, que no tenía formación oftalmológica, que su única formación consistía en la guardia de los domingos en Lago Puelo”, apuntó Aguado.

En ese momento y tras recoger todas estas pruebas Aguado hizo una denuncia en contra de Arriaga el Consejo Argentino de Oftalmología que nunca prosperó.

“Él mentía sobre los diagnósticos, pasaba cirugías que no realizaba, daba medicaciones para patologías que no existían, curaba a pacientes que estaban sanos y todo una serie de sucesos de esas características. Por todas sus estafas fue condenado y tengo entendido que tuvo que hacer una probation. Es un mitómano”, concluyó la denunciante.

Del Instagram de epidemiologos.argentinos

Un fantasma entre sus colegas

Desde la Sociedad Argentina de Oftalmología (SA0) confiaron a este medio que no hay registros de Arriaga como socio, aunque reconocen que la afiliación no es obligatoria, más allá que un alto porcentaje de profesionales de la visión estas amparados por esta institución centenaria.

“No lo conozco, es más la mayoría nos conocemos, igual eso no quiere decir que nos conozcamos. Somos muchos, pero en los congresos uno se cruza”, admitió a Rosarioplus.com su presidente, el Dr. Julio Fernández Mendy. “Muchos de los oftalmólogos de esas camadas nos conocemos, con alguno de ellos soy amigo”, reforzó.

A su vez desde el Consejo Argentino de Oftalmología, una institución nacional que nuclea a todas las sociedades y cátedras de oftalmología del país y asocia a estos médicos, confirmaron que el medico negacionista tampoco es socio de esa institución en la actualidad, pero no pueden asegurar que lo haya sido en otro momento. 

Ambas instituciones son referencia en el mundo oftalmológico del país y es de donde generalmente se divulga contenido científico en la materia. El imputado este jueves en Rosario pudo elegir no formar parte de ellas, pero una decena de oftalmólogos de prestigio dice no saber de su trabajo.

En tanto en su paso profesional por la ciudad de Buenos Aires realizó una concurrencia en el prestigioso Hospital Oftalmológico Dr. Pedro Lagleyze. Según datos oficiales del nosocomio, el galeno estuvo en la institución desde el 15 de diciembre de 1992, donde después fue suplente de guardia hasta el año 1995 donde.

Tras un concurso del Gobierno de la Ciudad resultó beneficiado con un interinato de guardia en el hospital Lagleyze a partir de enero de 1996, al cual renunció en julio de 1998. Todos sus cargos sin demasiada relevancia en el marco de una institución médica y sin poder de decisión alguna. Arriaga en su carta de presentación en la red Linkedin afirma que trabajó en dicho hospital por 11 años, desde 1992 hasta el 2002 lo que no condice con lo manifestado a este medio por las autoridades del hospital.

Entre otros saberes Arriaga dice ser homeópata de la universidad Mainonides (UMAI), de la ciudad de Buenos Aires. En una comunicación oficial esta casa de estudios negó rotundamente a este medio que el medico hay pasado por sus aulas, además no tiene entre sus posibilidades de estudio dicha carrera.

Otro de sus títulos, de acuerdo con Arriaga, es un Master en Política y Gestión de Salud y Política Pública en la prestigiosa universidad europea de Bolonia, sede Buenos Aires, que ante el pedido de Rosarioplus manifestó que “debido a la situación de emergencia sanitaria no tienen acceso a los archivos”, y agregan que “por una cuestión de privacidad no pueden trasmitir informaciones a terceros”.

Además y entre otras cosas Arriaga sostiene en su carta de presentación haber prestado servicios en la Cruz Roja ecuatoriana,  y ser participe activo en campañas solidarias en el Chaco junto con la Universidad de Buenos Aires en la década del ´80, casa de altos estudios donde egresó con el título de médico en el año 1989. También asegura pertenecer a la Red Pueblos originarios, desde agostos de 2013 a la actualidad.

Médicos por la Verdad y el vínculo neonazi

El diario La Capital publicó en enero de este año  información sobre el manejo de esta organización nacida en España y con redes en toda Latinoamérica. Con 70 mil seguidores reparten información por todas las plataformas contrariando las posiciones científicas avaladas.

Para Médicos Argentinos por la Verdad las noticias falsas sobre el Covid-19 son las que propagan los grandes medios y no las que ellos comparten a través de sus redes sociales. Y desde esta lógica, los esfuerzos por combatir la diseminación de teorías conspirativas no son sino una prueba del esfuerzo de las “élites” por evitar que se conozca “la verdad”.

En una combinación delirante de miradas hinduistas al mejor estilo El arte de vivir y el más oscuro  discurso antisemita, xenófobo y conspirativo argumentan, entre otras cosas, la existencia de una conspiración judía en el mundo, además de asegurar que Bill Gates y George Soros quieren establecer un nuevo orden mundial.

Este discurso caló muy bien en los Estados Unidos, donde hay grandes movimientos anti vacunas, además de ser fervientes seguidores del ex presidente Donald Trump, que utilizó con el movimiento Q este instrumento político de grupos ultraconservadores, reaccionarios, supremacistas blancos y fascistas para denunciar tanto a la izquierda como al liberalismo.

Médicos por la Verdad nace en julio 2020 en Madrid y rápidamente se expandió a una decena de países. La tarea de esta organización es definida por sus propios integrantes en términos de una causa de vida o muerte. Se erigen en una voz autorizada para divulgar sin ningún respaldo científico un puñado de teorías conspirativas surgidas durante la pandemia del coronavirus. Llaman a la población a "levantarse contra la tiranía médica.

Brandolino señaló que “los fetos abortados se utilizan para elaborar las vacunas” y, además, que “las vacunas producen autismo en los niños y niñas”. Todas estas afirmaciones falsas.
Brandolino señaló que “los fetos abortados se utilizan para elaborar las vacunas” y, además, que “las vacunas producen autismo en los niños y niñas”. Todas estas afirmaciones falsas.

Entre sus referentes se encuentra Chinda Concepción Brandolino, médica, conocida en redes por su postura en contra de la interrupción voluntaria del embarazo, y cara visible de marchas anticuarentena y antivacunas

Brandolino de filiación neonazi, en mayo de 2015 en Guadalajara (México), participó del Primer Congreso Internacional Identitario, donde los disertantes afirmaron, entre otras cosas, que “Auschwitz es un invento” y se preguntaron “¿dónde están las facturas de las compras de las cámaras de gas?”. En su ponencia la médica legista platense habló de Hitler al que llamó Führer.