Pese a que el Banco Nación quedó afuera de la lista de empresas estatales a ser privatizadas dentro de la nueva Ley de Bases, desde el Gobierno nacional remarcaron que no están resignados ni mucho menos y que volverán a la carga por él.

Si bien desde algunos sectores se vio como un logro que el ente financiero estatal no esté incluido en el nuevo proyecto, que se tratará desde el lunes en el Congreso de la Nación y ya obtuvo dictamen de mayoría en Diputados, lo cierto es que solamente significó el aplazamiento de un debate en el que la gestión de Javier Milei insistirá otra vez.

Esto fue ratificado este viernes por el ministro del Interior, Guillermo Francos, quien se quejó de que “varios de los sectores de la política argentina” lo consideren “como un estandarte de empresa pública” y aseguró que buscarán “convencer” a los mismos.

“El Banco de Brasil cotiza afuera del país y tiene un capital impresionante. ¿Si un banco público en Brasil bajo la presidencia de Lula se convirtió en una empresa que cotiza en Bolsa y que incluyó capital privado, por qué no hacerlo nosotros acá? Lo hemos estudiado muy bien con las autoridades del BNA y esperamos poder debatirlo en el futuro y convencer al resto de los sectores políticos porque es importante”, dijo Francos.

En ese sentido, apuntó también a que “estamos en un concepto absolutamente viejo de no permitir el trabajo conjunto del capital privado y público”.

No obstante, aclaró que “el Estado mantendría la mayoría accionaria, porque obviamente es la nave insignia del crédito argentino”.

Desde la oposición fustigaron al ministro, recordándole que el Nación “tiene 700.000 millones de ganancias y sucursales a lo largo y ancho del país” y que el proyecto para evitar la privatización del banco sumó más de un millón de firmas.

“La Ley Bases no la vamos a apoyar, no estamos de acuerdo con las privatizaciones, ni con que los trabajadores vuelvan a pagar el Impuesto a las Ganancias”, dijo el diputado nacional de Unión por la Patria, Carlos Cisneros