Después de 18 años de carrera, Marco Ruben dijo "adiós" al fútbol en un partido histórico en el Gigante de Arroyito, donde el canalla venció 3 a 1 a Estudiantes, con gol del ídolo incluido.

Central ganaba 2 a 0 y todos esperaban lo que iba a llegar a los ocho de la segunda etapa. Montoya desbordó por afuera, centró, y Marco recibió en su zona, giró y definió para hacer explotar a una cancha que ardía, donde no entraba un alfiler.

A diferencia de muchos, Marco no pidió salir, y terminó su etapa como futbolista adentro de una cancha, tirándose al piso hasta el último minuto de partido.

Un futbolista que siempre fue respetuoso y jamás vendió humo, finalizó su carrera sin cambiar absolutamente nada, con la misma humildad que siempre lo caracterizó.

Después del pitido final, con el ingreso de su familia, a Marco se le entregó una plaqueta con su camiseta y la cantidad de partidos que disputó en Rosario Central. Después, dio una vuelta a la cancha con sus hijos, mientras el hincha lo ovacionaba sin parar.

Para sorpresa de muchos no hubo videos, ni nada fuera de lo normal, quizás también es como Ruben lo prefería. En el ambiente se respiraba felicidad. Más allá del fin de una etapa, el goleador se mostró contento por su carrera, y le dio un final con broche de oro: victoria y golazo ante su gente.

Sus compañeros posaban de a turnos para sacarse fotos con el ídolo, luego de lanzarlo hacia arriba como muestra de respeto y admiración, ante uno de los máximos referentes del club de Arroyito.