En el marco de la presentación de su informe de gestión, la fiscal general de Ministerio Público de la Acusación (MPA), María Cecilia Vranicich, destacó la intervención en cárceles de alto perfil como una de las claves para la significativa baja de homicidios registrada de forma oficial.

Según explicó en una audiencia bicameral de la Legislatura desarrollada este jueves, las muertes producto de la "violencia altamente lesivas" se redujeron en un 56 por ciento durante 2024, en toda la provincia y con respecto al año anterior.

Son datos arrojados en el informe de gestión que la titular del MPA presentó a los legisladores, donde subrayó que Santa Fe “tenía una tasa de 10 muertos cada 100 mil habitante, cuando el promedio es 4, y ahora se logró reducir a 4,83”.

En números reales la cifra se redujo de 400 a 176, lo que significa "una disminución abrupta", agregó.

Vranicich señaló que tales números “pueden haber sido gracias a un mayor control de las cárceles", medida que el gobernador Maximiliano Pullaro adoptó como política de Estado desde el inicio de su gestión. 

Es que el gobernador y su ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, endurecieron el discurso punitivo e incrementaron las requisas y allanamientos en las unidades penales de Santa Fe, amén de que en paralelo construyen una megacárcel denominada “El Infierno”.

La hipótesis que se baraja en tal sentido es que lograron cortar con algunas de las comunicaciones entre los cabecillas (en su mayoría presos) y el microtráfico, tal como lo demuestra una causa sobre tenencias de armas que el MPA viene trabajando: “Una línea de investigación nos llevó a Lucho Cantero. Es decir, a la criminalidad organizada”, apuntó Vranicich.

Informó entonces que “seis o siete de cada 10 homicidios se inscriben en el marco de mercados ilegales, en su mayor medida con armas de fuego aunque hubo una disminución", y ponderó el registro de “691 materiales controlados entre armas y municiones". También destacó “el trabajo realizado contra la corrupción policial”.

"Las múltiples causalidades que hacen que suban la violencia son las mismas que llevan a que descienda. Nuestro trabajo tuvo mucho que ver, pero también el acompañamiento entre dependencias", completó la funcionaria.

La nueva estructura

El esquema de trabajo implementado el año pasado por el MPA, a partir de la reforma de su carta orgánica, significó cambios profundos en la labor cotidiana de los fiscales santafesinos.

María Cecilia Vranicich reconoció que aún “se están organizando”, pero destacó la nueva modalidad que les permite centrarse en los delitos de homicidios, de tráfico de armas, de funcionarios públicos y de violencia sexual.

"Se priorizan determinados reclamos y se avanza. En total recibimos nueve mil denuncias a partir de las cuales se concretaron 450 investigaciones efectivas. Les aseguro que es mucho", apuntó la fiscal general.

El MPA y la reforma

Al cierre de su discurso la fiscal general María Cecilia Vranicich alertó que la reforma de la Constitución juega un rol clave en la calidad institucional del MPA: “Debe consignarse que somos un organo extrapoder ya que no estamos bajo ninguno de los tres poderes clásicos, si bien tenemos la obligación de trabajar en equipo”.

Y alertó: “El MPA no puede estar bajo la órbita del poder Judicial. Hoy no podemos tener autonomia para elegir ni siquiera a nuestros empleados (no funcionarios)”.

Por último hizo un fuerte reclamo en materia presupuestaria: “Necesitamos un piso de reconocimiento institucional, incluido lo presupuestario, porque el fiscal no debería sentarse en una paritaria a pelear sus sueldos”.