La Justicia Federal reanuda este jueves el juicio oral contra el comisario Alejandro Druetta, el ex policía Juan Delmastro e Ignacio Actis Caporale como tríada de una organización dedicada al narcotráfico que operó entre 2007 y 2012. Lo hará con el alegato del fiscal Federico Reynares Solari y continuará a lo largo del mes con los alegatos de las defensas de los imputados. Es una causa penal que pone de relieve y con toda crudeza la connivencia de policías –incluso con alta exposición pública como es el caso de Druetta– con la distribución de drogas en Rosario.

En el inicio del juicio, allá por noviembre pasado, Actis Caporale (conocido en el ambiente como Ojitos) declaró que había sido captado por Druetta, y bajo extorsión lo puso a vender la droga  que él incautaba en otros procedimientos de rutina. Druetta era por entonces el jefe de Inteligencia Zona Sur de la ex Dirección de Drogas Peligrosas. El rostro del comisario se hizo conocido por sus apariciones televisivas al presentar tal o cual procedimiento contra el narcomenudeo.

Caporale tuvo que hacer de distribuidor minorista de estupefacientes marcado de cerca por Delmastro, según dijo. Druetta, en cambio, deslindó responsabilidades y atribuyó su acusación a una mentira de Actis Caporale con un telón de fondo con tinte de vendetta política. Es que Druetta ha sido un policía cercano al actual diputado Maximiliano Pullaro mientras éste ejerció como ministro de Seguridad durante el gobierno del Frente Progresista.

Al parecer, Druetta atrapó a Actis Caporale vendiendo marihuana en plaza Pringles en 2007, y desde entonces lo habría obligado a vender para él. En el trato participaba Delmastro, un ex hombre de la fuerza que ya está condenado como partícipe de la banda Los Monos y por el mismo delito por el cual ahora vuelve a ser juzgado.

La droga –según Actis Caporale– provenía del decomiso y el "mejicaneo" que la policía hacía en prácticas cotidianas en trato con traficantes. El imputado relató que Druetta y sus hombres aguardaban que un traficante acopiara una buena cantidad de droga para robársela luego, y luego presentar una cantidad menor como para poder justificar la detención.

“Me sacó la llave de auto, me dijo que era policía y ahí apareció Delmastro. Y le dijeron a mis amigos que si tenían droga que la entregaran porque el problema era conmigo. Y me pidió 6 mil pesos y el celular. Después buscaron testigos y en el celular apareció droga plantada, pastillas, y después en el auto. Pasado un tiempo, Druetta fue a mi barrio en un Chevrolet Corsa familiar blanco con vidrios polarizados y me dijo que yo tenía que vender para ellos”, declaró el acusado en noviembre.

Caporale, de 32 años, había zafado de ser apresado en 2012 en su departamento de Presidente Roca al 600, en un megaoperativo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Había volado al exterior, y en el viaje de regreso se enteró de que era buscado por una investigación contra el narcotráfico. Se bajó del vuelo en Lima y se esfumó durante algunos meses hasta que lo prendieron en el autódromo Oscar Gálvez, de Buenos Aires, en plena competencia y como pilotos de carreras bajo el pseudónimo de Alex Acqua.