Los fiscales que llevaron este martes la imputación contra el empresario Lucas Farrugia y otras tres personas por haber encargado el asesinato de un competidor, develaron algunos otros detalles escalofriantes. Entre ellos, que gracias a las escuchas telefónicas se advirtieron otros negocios de atentados de esta "empresa de sicariato", y por lo menos otras cuatro personas que eran mencionadas como víctimas fueron anoticiadas desde el MPA para su protecci.

“Tenemos varias víctimas bajo el programa de protección, y están advertidas. Son cuatro personas más, dos en relación al asesinato anterior, de Nicolás ‘Fino’ Ocampo”, aseveró el fiscal Schiappa Pietra, al cual secundó su compañero Matías Edery: “Hay otros casos que ellos planifican y no pudimos determinar contra quién quieren atentar. Este caso lo pudimos descubrir porque ya habían fallado una vez. Y los datos de él que se iban pasando, íbamos investigando”.

En torno al trabajo de proteger al competidor de Farrugia, o sea la víctima, Edery precisó que “fue una tarea frenética la de develar a quien querían matar porque había una fecha, el 10 de mayo, y pudimos detectar que era esta persona, y ver que ya habían atentado contra su vida el 21 de abril y fallaron”.

Este grupo de imputados, lo calificó como “una empresa de sicarios donde se contrata para matar gente”, y se mostró conforme: “Hoy se imputó a un preso, dos que también están imputados por el homicidio de Nicolás ‘Fino’ Ocampo el 16 de abril, y el gastronómico que fue detenido este lunes, que era quien gestionaba la búsqueda de gente interesada en mandar a matar, así como el que encargó el homicidio”.

Consultado sobre las pruebas, Luis Schiappa Pietra recordó: “Hubo testimonios de personas, pero fundamentalmente información tomada de teléfonos celulares secuestrados en distintos allanamientos, así como intervenciones telefónicas”. Y recordó que esta investigación comenzó con “la intervención que tenía activa la Fiscalía Federal sobre quien podría haber estado implicado en el homicidio de Ocampo, y al escuchar que se planificaba este asesinato, nos contactaron”.

Aseguró además que “en las escuchas hay planificación de otros atentados, en un momento dialogan sobre un tercer comercio del rubro, y hablan de dispararles o ir a prenderles fuego. Y (como el 21 de abril fallaron y el competidor empezó a tener seguridad personal), llevar a cabo el trabajo era tan complejo que planeaban matar al hermano de la víctima para luego liquidarlo en el velorio. Con ese desparpajo se hablaba en estos audios”. Y recordó que el propio juez Román Lanzón en la audiencia había manifestado que “si no fuera que es verdad que lo estoy viendo, no parece que fuera real lo que escuchamos por el nivel de desparpajo y desprecio por la vida de estas comunicaciones es impresionante”.

Eliminar la competencia

Consultados los fiscales sobre cómo llegó el empresario de suplementos nutricionales a esta empresa de sicarios, Edery destacó: “Tenemos las comunicaciones de los celulares de Lucas Farrugia que contacta a Germán Ponce en marzo pasado. Las primeras comunicaciones están borradas, pero tienen un contacto asiduo, y se agendaban por los apodos, así era su confianza. Ellos se encontraban, y Ponce se encargaba de pasar la información y pasar los pagos del que hacia el encargo”.

En torno a los valores nada menores que se manejaban en esta ‘empresa’, Edery aseguró que “en el caso del asesinato de Ocampo se pagaron 270 mil pesos, y se quedaron con la moto y el arma del hecho. Pero en este caso negocian mucho el monto, porque le llegó a dar 100 mil pesos que imputan a los gastos del tema. Y acordaron que los otros 400 mil pesos se los pagaba cuando terminen el trabajo”.

Finalmente el fiscal aseguró en torno a la investigación, que está lejos de haber culminado: “Tenemos nombres de personas que hacían el trabajo de mirar lugares y sacar la foto, y hay un líder de estos que llaman El Loco, que todavía no tenemos identificado”.