La Legislatura provincial aprobó un proyecto de comunicación del diputado Gabriel Real (PDP) a través del cual se reclama al Poder Ejecutivo habilitar el funcionamiento de la planta generadora de oxígeno tipo PSA, en el SAMCo de Rufino. En plena segunda ola de la pandemia, el insumo resulta clave.  

El pedido del legislador tiene sustento en recomendaciones internacionales donde se argumenta que la generación de este tipo de oxígeno puede ser utilizado sin problemas con fines medicinales. La controversia por la cual la iniciativa permanece estancada tiene relación con una habilitación que el Ministerio de Salud de Santa Fe debe hacer ante ANMAT y que hasta ahora, por razones que se desconocen, la Provincia no solicitó. En tanto la entidad reguladora sugiere para el producto una pureza del 98%, sin embargo fue laxa con otros distritos.

No tan lejos, en la provincia de Buenos Aires, se le dio luz verde a una propuesta similar, decisión que destrabó el conflicto con el insumo y estabilizó el precio de este. Otra jurisdicción habilitada es La Pampa que cuenta con seis plantas gestionadas por el Estado provincial,  aunque la disposición fue adoptada hace 16 años, antes que se conociera el covid, con el fin de  autoabastecerse a partir de la construcción de plantas de producción propia. También la Legislatura de Chaco aprobó recientemente la creación de plantas PSA para el autoabastecimiento de oxígeno en los 14 hospitales de la provincia.

En su última visita a la localidad de sur santafesino el gobernador Omar Perotti aseguró que solo se pondría en marcha ante un caso de extrema necesidad. La planta rufinense produce oxígeno a un nivel de pureza del 95%, un porcentaje aceptado en muchas partes del mundo, y a su vez más eficiente en términos de costos. Actualmente son tres las empresas que distribuyen oxígeno en la provincia de Santa Fe, las cuales están sospechadas, desde hace más de una década, de cartelización de la provisión de oxígeno. El oxígeno para esa zona llega desde Rosario en camiones.

Por la crisis que generó el coronavirus y que mantiene en vilo al sistema de salud santafesino, hoy más pacientes necesitan de este recurso. En la provincia se pasó de un consumo de 30.000 metros cúbicos a 60.000 en los centros de salud más grandes como el Hospital Centenario de Rosario y el Cullen en Santa Fe. Hasta ahora “está garantizada la provisión”, aseguraron desde la provincia.

La compra de los equipos

Todo surgió en una campaña solidaria organizada por un grupo de productores agropecuarios de la zona. La inversión fue millonaria de 4.264.958 pesos. Entre el material que se pudo adquirir, se destaca la compra de una planta de oxígeno con su compresor marca Kaeser, los materiales de instalación y eléctricos, las piezas de mantenimiento, los reguladores de oxígeno, de aire comprimido con los servicios de instalación.

Uno de los aportantes más importantes fue el empresario Néstor Falcone, que tras conocerse la imposibilidad del uso de este equipamiento manifestó públicamente su enojo en el diario La Tribuna del Sur. “Pese a la escasez de este insumo crítico y la emergencia sanitaria, aún la planta permanece fuera de funcionamiento por la cerrada negativa del Ministerio de Salud de Santa Fe para admitir su incorporación al sistema de salud al amparo de dudosas disposiciones reglamentarias de la ANMAT redactas bajo la inspiración de las empresas que monopolizan el mercado”.

“Mientras en Pinamar funcionan dos plantas idénticas a la nuestra, y se inauguran nuevas plantas en Ensenada y en todo el territorio provincial, la nuestra a unos pocos kilómetros del límite provincial con Buenos Aires permanece cerrada, al tiempo que se registran dramáticos cosas de falta de oxígeno en el país y en el mundo", reforzó Falcone.

El pedido de Real

El diputado de la ciudad de Firmat justificó su pedido al sostener que este insumo es de uso común en otros países de Europa, como también en los Estados Unidos. “Esto quiere decir que acá hay un oligopolio de empresas que manejan el mercado y subieron el precio 1000% del oxígeno medicinal”, disparó y agregó en la provincia de Buenos Aires “hay 14 máquinas similares” a la de Rufino.

El demócrata progresista recordó que luego de la compra “nadie les dijo que eso estaba mal”, pero que después “se recibieron órdenes” de Ginés Gonzales, en ese momento a su cargo del Ministerio de Salud nacional, que ponía en jaque la iniciativa porque para el funcionamiento “era necesaria una habilitación del ANMAT”.

“Este no es un tema de habilitación, es que el oligopolio (del oxígeno) y la plata que ponen es lo que determina”, lanzó real para preguntase luego: “¿Cómo si el mundo utiliza esta tecnología nosotros no podemos usarla?”.

La Cámara de Diputados aprobó de forma unánime el pedido del legislador firmatense el año pasado. Tras esa sanción se llevaron a cabo “reuniones con la ministra de Salud Sonia Martorano”, además de consultas con especialistas en la materia. “No hubo respuesta, no hubo respuesta”, reitero Real a Rosarioplus.com y lamentó que “los intereses económicos estén por encima de los datos de la realidad”.  

“Estamos en el peor momento de la pandemia, mañana se mueren una o dos personas por falta de oxígeno en Rufino qué es lo que va a pasar”, disparó Real y dijo que es “vergonzoso” que la provincia reciba órdenes de Nación sobre este tema. “Ginés no está más”, sintetizó en el final.