María Belén Morini, de 34 años, cursaba siete meses de embarazo cuando dio positivo de Covid-19 en la ciudad de Ceres, en el norte de la provincia. Cuando su caso se complicó, desde allí se la derivó primero a Rafaela y luego a Rosario, en busca de una cama con respirador y una neo que pudiera atender a su hijo si se veía obligada a dar a luz antes de tiempo. Tras varias horas y 400 kilómetros de viaje, consiguió lugar en el Hospital Italiano. Finalmente y por cesárea, se pudo hacer el parto. Pero Belén murió poco después.

Luz Rodríguez, periodista y además prima de Belén, contó en Diario Ceres cómo comenzó todo: "El 20 de abril, ella es hisopada y da positivo. Los únicos síntomas que tenía hasta ese momento eran un poco de fiebre y algo de dolor de garganta. Empezó a tomar Paracetamol, que se lo indicaron para bajar la fiebre, pero la temperatura no le bajaba. Además, empezó a sentir que se agitaba. Ahí en el Hospital de Ceres le hacen controles y le dicen que clínicamente, está bien. Al otro día, el 24, vuelve a consultar porque no se sentía bien. Y ven que está saturando muy bajo. Entonces la dejan internada, con oxígeno, para protegerla a ella y al bebé".

Desde el Ministerio de Salud de la provincia insisten en la complejidad para el sistema sanitario de tener casis todas sus camas ocupadas. Y  sobre el riesgo de tener que recurrir al traslado para la atención de pacientes.

En ese marco, la familiar directa de Belén relató: "En Ceres estamos lejos de todo, sabemos que el hospital no tiene la alta complejidad que quizás se necesita en estos casos. A ella acá le pusieron bigotera porque le faltaba oxígeno. Y le dijeron que si llegaba a empeorar, iba a tener que viajar. Hasta las diez de la noche de ese mismo sábado, buscaron cama y la más cerca era en Rafaela, a tres horas. Pero no sabíamos si podía quedarse ahí, porque se necesitaba también lugar en neo. A la una de la mañana llega a Rafaela, pero los médicos que la evalúan en ese momento le dicen que no hace falta internación. El director del Hospital de Ceres, cuando lo llaman a la madrugada, les dice que si no es ahí mismo, que busquen otro lugar, pero que María Belén necesita estar internada. Ahí pasaron otras doce horas de viaje en la ambulancia y como no había lugar, volvió acá. Recién al otro día, se consigue una vacante en el Hospital Italiano, de Rosario. Y emprende un nuevo recorrido, ahora de 400 kilómetros. Antes que eso, lo que se hizo fue un trabajo de maduración a los pulmoncitos del bebé, que ya estaba de 32 semanas, por si necesitaba un parto de urgencia".

Lo que sigue es lo que pasó al llegar a Rosario: "Queda directamente internada en terapia. Ahí no volvimos a hablar con ella, solamente nos llegaban partes médicos. Venía estando estable, hasta que el 3 de mayo volvió a saturar bajo y respirar mal. Entonces nos avisan que van a hacer una cesárea de urgencia, para intentar que respirando por ella sola y no por los dos, podía recuperar capacidad pulmonar. Ese día nace Bruno, de 7 meses y sin Covid, lo sabemos porque le hicieron anticuerpos. El bebé estaba en buen estado, pero pocas horas después de la cesárea, Belén queda intubada y con traqueotomía. Cuando le hacen los controles, se ve que tenía una neumonía bilateral y que se habían roto sus pulmones. El 12 de mayo, se confirma que le había ingresado una bacteria intrahospitalaria y se terminó complicando todo. Ya no respondía a ningún tratamiento. El 18 de mayo, nos avisan que no hay esperanzas de sobrevida y nos permiten que pasemos a despedirnos de ella. Al otro día murió, después de tener un paro respiratorio".

Bruno está en casa

El recién nacido ya salió de neonatología y está en casa junto a su papá y su su hermanita de siete años. "De salud está muy bien. Los estamos ayudando entre varios en la familia, después de todo lo que pasó. Y estamos recibiendo el apoyo de muchísima gente en Ceres, cuando supieron lo que pasó. Belén era moza en un bar y tenía un espacio para terapias alternativas, la quería un montón de gente", siguió contando Luz en Diario Ceres.

En el final, la periodista de Ceres hizo un llamado a los que niegan la pandemia o el impacto que puede tener la enfermedad: "Belén era una persona super sana, sin ninguna enfermedad crónica. Y era joven. Lamentablemente, el embarazo terminó siendo para ella una comorbilidad. Por eso en cada cosa que publicamos en las redes del caso de ella, pedimos a la gente que se cuide mucho. Bruno no llegó a conocer a su mamá y nos duele mucho. Y al no tener alta complejidad acá en Ceres, por la cantidad de casos que está habiendo todos los días, es posible que vuelva a ocurrir. Es horrible tener a tu familiar internado con Covid en otra ciudad y que la única comunicación que sostengas es el parte médico que te mandan desde un Hospital. Antes de irse de acá, nos dijo que se sentía bien, pero que tenía una neumonía y necesitaban trasladarla para ser atendida. Y de ahí el siguiente contacto fue cuando le hicieron la cesárea, que le permitieron hacer una videollamada y nos pidió que recemos por ella y el bebé. Después se complicó y no pudimos hablar nunca más".