Poco menos de cuatro meses pasaron de aquel sorpresivo sopapo mediático que el presidente Mauricio Macri le propinó al gobernador de Santa fe, Miguel Lifschitz. Parece haber corrido mucha agua bajo ese puente porque, luego de acusarlo de no tener “vocación de coordinar” políticas conjuntas entre Provincia y Nación, el primer mandatario recibió en varias ocasiones al jefe del Ejecutivo provincial, acordaron el regreso de Gendarmería y hasta anunciaron varias obras para la provincia con fondos nacionales.

Pero que algo pasó, pasó. Y fue el propio Macri el que, este miércoles, se animó a describir aquel desentendimiento. Lo hizo al responder a un periodista que le consultó si ya se superó la "grieta" que lo había separado del gobernador socialista. Con ánimo de bajar el tono a la polémica, Macri respondió: "Grieta me suena a mucho, cortocircuitos, chispazos”, describió.

Y amplió: “Creo que tuvimos una reunión positiva con Miguel algunas semanas atrás, en la cual claramente le planteé que nosotros queremos trabajar en equipo con todos los gobernadores, que las cosas que nos decimos en privado sean las mismas que nos decimos en público y en esos términos estamos para construir y hacer”.

Según el presidente, “a partir de ahí nos hemos comprometido, nos hemos dado una oportunidad arrancando de cero y creo que los resultados han sido positivos y espero que cada día más”.

Las declaraciones de Macri se dieron en el marco de su visita a las ciudades de Reconquista y Santa Fe. Fue en la capital provincial donde, acompañado por Lifschitz y el intendente José Corral, brindó una conferencia de prensa.