"Te podes ir bien a la mierda, donde perteneces”, le escribió por WhatsApp un camarista de la provincia de Santa Fe a una colega. Instantes después, imaginando que lo dicho podría traerle problemas, borró el mensaje. Pero ya era tarde, porque del otro lado había una captura de pantalla de lo que había enviado. Además, otros jueces lo habían visto y saldrían de testigos.

El hecho ocurrió el 16 de diciembre de 2020 y la situación llegó hasta la Corte Suprema provincial, que falló con una sanción disciplinaria este último 9 de febrero en contra de Oscar Puccinelli, que es quien envió aquel WhatsApp y ahora tendrá que pagar el equivalente a 5 Jus ($25.000) por "incumplimiento de deberes éticos".

La discusión se dio en el marco del nombramiento de Lotti como presidenta de la Sala Segunda de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario, que también integra Puccinelli. Éste alegó en su defensa que antes de aquel mensaje venía siendo "víctima de mobbing" por parte de la jueza Lotti. Aunque en la acordada, los integrantes de la Corte Provincial señalaron: "Preliminarmente, debe decirse que no pueden ser acogidos los planteos formulados por el Dr. Puccinelli respecto a la irregular tramitación de las presentes actuaciones, que a su turno -según entiende- nulificarían las mismas. Es que, tal como lo destaca el señor Procurador General subrogante, las presentes actuaciones no constituyen técnicamente un sumario administrativo, razón por la cual no resultan aplicables al caso las normas del art. 230 y de la ley 10.160. En ese orden de ideas, nada impide a este Cuerpo, en el ejercicio de la potestad disciplinaria que la Constitución Provincial le reserva como cabeza del Poder Judicial (art. 92, inc. 1 y 2), el poder aplicar sanciones disciplinarias".

El que alquiló la casa a Sandoval

Puccinelli es el mismo magistrado que había quedado en medio de una polémica en 2019, cuando trascendió que había alquilado una propiedad a Ema Pimpi Sandoval, quien en octubre de 2013 había atentado a tiros contra el domicilio el entonces gobernador Antonio Bonfatti. 

Sandoval había acordado una condena en juicio abreviado por aquel hecho, porque Bonfatti desistió de acusarlo. Y luego gozó del privilegio de tener arresto domiciliario en una coqueta propiedad en La Florida, propiedad del juez Puccinelli. Hasta que en la madrugada del 25 de octubre de 2019, un ataque a tiros al lugar terminó con la vida del inquilino.

Esa mañana, Puccinelli brindó declaraciones sobre el tema desde Costa Rica, donde asistía a un congreso. En esa ocasión, el juez planteó que había hecho la operación a través de una inmobiliaria y que no sabía a quién le habían alquilado la casa. Y respecto de la denuncia que circuló por esas horas de que un hermano del juez había defendido a Sandoval como abogado, respondió: "Tengo una vinculación muy escasa con mi hermano hace muchos años. cualquiera que nos conozca lo sabe. No tengo idea a quien defiende. No tengo relación con el ámbito penal, más allá de conocer algunos jueces y fiscales sólo por trabajar en Tribunales. Desconocía todo esto".

Por la situación en la que Sandoval encontró su muerte, en diciembre de 2021 la Legislatura resolvió suspender al fiscal Spelta, que había acordado el arresto domiciliario con Fausto Yrure, abogado de Ema Pimpi. De todos modos, la decisión final había sido del juez Hernán Postma, que no fue sancionado.