La visita del candidato republicano Donald Trump la semana pasada a México, desató una enorme polémica al punto que Luis Videgaray, hombre de confianza del presidente Enrique Peña Nieto, dejó su cargo como secretario de Hacienda.

Peña Nieto vive en su cuarto año de mandato una crisis de popularidad, que se vio agravada por la visita de Trump la pasada semana a México. Según analistas mexicanos, esta reunión fue largamente analizada por el gabinete y su máximo impulsor fue el propio Videgaray, quien alegó que permitiría suavizar las posiciones en materia migratoria y económica de Trump, ferviente opositor al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Esta propuesta, que Peña Nieto avaló, causó un encontronazo con la canciller, Claudia Ruiz Massieu, de quien se rumoreó que presentó su renuncia tras el pésimo resultado del encuentro. Este ha sido muy criticado dentro y fuera de México y no ha cambiado la postura de Trump, como ha demostrado el magnate en discursos posteriores.

Trump mantiene un discurso en su campaña en contra de los inmigrantes latinoamericanos y especialmente contra los mexicanos, al punto que afirmó que si ganaba mandaría a construir un muro gigante en el límite con Estados Unidos, e incluso se lo haría pagar a los mexicanos.