El Ministerio de Seguridad de la provincia informó este lunes que además de los organizadores de fiestas clandestinas, también se sancionará a los asistentes. La medida fue comunicada por Facundo Bustos coordinador de dicha cartera tras una conferencia de prensa en la Unidad Regional 1 en la capital provincial.  

“Cambió el grado de coordinación con el Ministerio Publico de la Acusación (MPA) que pide a todos los asistentes notificarlos de que están incumpliendo con el decreto”, dijo y salió a sostener la gestión de su Jefe Marcelo Saín al apuntar que existe un fuerte trabajo de la cartera en torno a las redes sociales, que es donde se pactan y generan las convocatorias para los encuentros.

 “Se han desbaratados fiestas antes de que ocurran, eso es muy importante, pero siempre apelamos a la responsabilidad ciudadana”, enfatizó brevemente sobre los operativos que se llevan a cabo los fines de semana en todo el territorio santafesino.

Esta medida se suma a una semana que el gobernador Perotti se sumara al decreto nacional que estipula un toque sanitario como herramienta de prevención para disuadir la pandemia de coronavirus.  

El último fin de semana miembros del MPA y la Secretaria de Control y convivencia del Municipio desbarataron una pool party y un casamiento por violar las medidas sanitarias. Una de las fiestas se celebraba el pasado domingo con pileta y música incluida en una casa quinta del residencial barrio de Fisherton. Sin ningún tipo de medida de seguridad sanitaria más de 100 personas estaban en el predio, habían abonado una entrada de mil pesos a una mujer de 35 años que fue demorada. Según las fuentes policiales, la mujer había alquilado la casa y organizado el encuentro prohibido. Asimismo fueron incautados equipos de música, computadoras y bebidas alcohólicas.

En tanto las autoridades municipales de la secretaría de Control y Convivencia desalojaron y clausuraron el sábado por la noche un salón de fiestas ubicado en la zona noroeste donde unas 50 personas participaban de una fiesta de casamiento clandestino. Según los efectivos de la Guardia Urbana el salón no contaba con la autorización para la realización de la fiesta, en el momento de la inspección no se cumplían con los protocolos de distanciamiento social entre los participantes quienes tuvieron que retirarse del evento al que habían sido invitados.

En Rosario, en el marco de las restricciones que rigen por la pandemia, las fiestas de más de 20 personas están prohibidas tanto a cielo abierto como en salones cerrados y deben contar con una habilitación municipal que garanticen la aplicación de medidas sanitarias y evitar las aglomeraciones. Asimismo entre la 1.30 y las 6 rige la prohibición de transitar en la vía pública.