Los índices epidemiológicos van mejorando –mientras las autoridades cruzan los dedos– y ese aplanamiento de la curva de contagios se lo atribuye al confinamiento estricto de nueve días que imperó hasta el fin de semana. El gobierno provincial flexibilizó las restricciones en algunas actividades de la región. Sin embargo, la racha positiva de la última semana, con un descenso en la cantidad de nuevos contagios, el RT y la Razón de casos, podría cambiar si el próximo fin de semana largo, con Día del Padre incluido, no se toman medidas de cuidado sanitario en las reuniones sociales.

La ministra de Salud de Santa Fe, Sonia Martorano, le solicitó a la población  que las reuniones sociales por el Día del Padre, que se celebra el domingo próximo, "se posterguen para más adelante" o que se festeje "sólo a los grupos de convivientes".

"Los otros, los que no compartan en el mismo techo, podrían pasar, un toque de puñitos, seguir de largo y en un tiempito más nos encontraremos", indicó la funcionaria.

"Se pueden flexibilizar actividades con cuidado y cumpliendo protocolos. Pero me preocupa el Día del Padre. Recordemos que las reuniones familiares del 24 y 31 de diciembre trajeron un aumento de contagios. Sinceramente, prefiero que los papis nos reunamos con nuestros hijos un poco más adelante. Veremos cómo llegamos al viernes. Pero cualquier cosa que hagamos por fuera de las medidas de prevención no puede desencadenar nuevamente este círculo de falta de cama, alta tasa de contagios, mortalidad. Esperemos un poquito", indicó la titular de la cartera de Salud.

Además de los buenos resultados tras el confinamiento estricto de hace dos semanas, que incluyó los últimos fines de semana, se espera que un principio de junio se empiece a notar el efecto de la vacunación masiva que se llevó a cabo en los últimos días.

De esta forma, y ​​si el  Día del Padre no se trasforma en una fecha crítica en cuanto a los contagios de coronavirus, la provincia ingresaría al mes más frío del año con un panorama mucho mejor que el actual.