"En julio van a ser tres años y estoy muy movilizada, muy acompañada y contenida por los amigos de Marcos, por mi familia", relató, conmovida, Marcela Ontiveros, la mamá de Marcos Guenchul, el profesor de gimnasia asesinado el 23 de julio de 2019 en el marco de un conflicto por visitas a su hija como móvil. Ontiveros se acercó este martes al Centro de Justicia Penal donde se está desarrollando el juicio por el homicidio de su hijo y se mantuvo esperanzada con la decisión del tribunal. En diálogo con Radio Sí 98.9 se refirió a la relación de su hijo y de ella con su ex nuera, para quien pidieron pena máxima. "Nunca entendí qué quería ella de Marcos. Él era un buen padre y ella no lo dejó ser", sostuvo. 

La voz de Marcela Ontiveros suena quebrada, al límite del llanto siempre. Este martes se acercó como oyente al juicio que se está desarrollando por el asesinato de su hijo y allí se encontró con su ex nuera, Priscila Denoya, sobre quien pesa un pedido de condena a prisión perpetua como coautora de homicidio agravado por la premeditación por promesa remunerativa.

Habló la mamá de Marcos Güenchul: "Él era un buen padre y ella no lo dejó ser"

"Ella giró la cabeza y me miró", describió Ontiveros. Y luego dijo, contundente: "No tengo sentimiento para esa persona, porque se equivocó muchísimo. Marcos la quería a pesar de todo, quería formar una familia, el amaba a su hija y en ningún momento quiso sacarle la nena a su mamá", sostuvo la mujer. El joven asesinado tenía una hija en común con Denoya, y habían tenido altercados en torno a las visitas que Guenchul requería, ya que hacía meses no veía a la menor. Cuando fue ultimado de un disparo en la cabeza, había conseguido una instancia de mediación familiar para poder verla.

La mamá de Marcos Guenchul describió una relación plagada de agresiones y sostuvo que a Priscila "no le gustaba la relación que él - por Marcos Guenchul - y su hija estaban forjando". "Él quería que le permita compartir momentos gratos, pero ella hacía cosas atroces para que no pueda verla", declaró la mujer.  "Nunca entendí qué quería ella de Marcos. Él era un buen padre".

Ontiveros se mostró esperanzada con la decisión del tribunal, aunque sostuvo que "ni cien, ni doscientos años van a reparar el daño que se hizo". Se espera que el juicio finalice a fin de mes. 

Emotivo testimonio de la madre de Marcos Güenchul

El caso

Marcos Guenchul tenía 32 años y era un conocido personal trainer de Echesortu. En julio de 2019 consiguió el régimen de visitas a su nena de tres años tras varios meses sin verla. El día del reencuentro iba a ser el 25 de ese mes, pero dos días antes fue asesinado de un tiro en la cabeza por el sicario contratado, Maximiliano Panero, cuando salió de dar clases en su gimnasio Progress Fitness, en Mendoza al 4900.

Fue abordado por Panero a punta de pistola, y lo obligó a doblar hacia Sucre y caminar unos 30 metros antes de efectuarle dos disparos a quemarropas y escapar en el Peugeot 208 propiedad de “Caio” Soso. Todo esto fue constatado por cámaras de seguridad privadas y públicas de la zona.

El auto sería encontrado dos días después en una cochera, y Soso fue detenido en el aeropuerto de Ezeiza cuando estaba punto de tomar un vuelo al Líbano. Una vez detenido, Soso confesó que su cómplice había sido Maximiliano Panero, y que “sólo tuvo la intención” de asustar a Guenchul para que no molestara más a Priscila. A Priscila la detuvieron luego en diciembre, le dictaron prisión preventiva efectiva y quedó imputada como instigadora de un crimen triplemente calificado por el vínculo, la promesa remuneratoria y el concurso premeditado de dos o más personas.

Denoya intentó a través de su situación de maternidad de su hija con Guenchul y su bebé con Soso, conseguir la prisión domiciliaria, pero la Cámara Penal rechazó el pedido. El móvil fue un conflicto de la pareja por varios temas y el más concreto sería la tenencia de la hija.

Los fiscales del caso, Adrián Spelta y Gisela Paolicelli, y los abogados de la querella pidieron prisión perpetua para los tres como coautores de homicidio agravado por la premeditación por promesa remunerativa.