A 70 años de su muerte, María Eva Duarte de Perón, "Evita", se convirtió en bandera para miles de jóvenes que reditan sus valores en nuevas luchas. "Evita" es remera y calcomanía en los termos de las 'pibas' de la marea verde, y es grito empoderado de las diversidades sexuales que encuentra, más de medio siglo atrás, una voz que los habló, quizás no directamente, pero con gestos que fueron más que elocuentes en una época donde muchas cosas no se decían.

En diálogo con Rosarioplus.com la historiadora María Mercedes Prol señala esta vigencia y jóvenes mujeres, diversidades y travestis la confirman contando qués es para elles Evita.

Los discursos dirigidos a mujeres de distintos sectores sociales y actividades, en los que se insta a la mujer a bregar por la igualdad, por la paridad salarial con el hombre y comenzar a interesarse por la política del país, llegaron hace más de 70 años a la Argentina a través de la voz de María Eva Duarte de Perón. Mercedes Prol cuenta que Eva efectivamente "hace una especie de interpelación y persuasión a la mujer argentina" de manera muy temprana.

"Ya en el año 1947 empieza a dar una serie de discursos y abogar por los derechos políticos de la mujer. Todos los discursos están recopilados en un libro que editó la Biblioteca del Congreso Nacional, respetando la dactilografía original. Y ya en esos años Eva tiene una base de mujeres, que aún no tienen la participación política formal, pero que son quienes habían armado los centros cívicos María Eva Duarte de Perón en distintos puntos del país. Esto es la antesala del Partido Peronista Femenino y de la sanción en septiembre de 1947 de la ley de voto femenino, donde le otorgan derechos políticos a la mujer, no solo para votar, sino para ser elegidas", detalla Mercedes.

Muchas mujeres siguieron a Evita: primero desde los centros cívicos, luego las 23 delegadas censistas que debieron organizar el partido en cada provincia y territorio nacional, y también después con la Fundación María Eva Duarte de Perón. Evita Perón logró en solo dos años que el Partido Peronista Femenino (PPF) se convirtiera en la organización de mujeres más grande de la región en su época, con más de 3000 unidades básicas en todo el país.

"¿Por qué pudo ser escuchada por las mujeres?, ¿por qué tantas mujeres la siguieron en su labor, en la fundación, las censistas, luego las enfermeras? La respuesta quizás esté en un contexto de época: Eva condensó todas las transformaciones que se dan en la condición de la mujeres, ya sea en su condición cotidiana, en su condición estética, en sus formas amatorias, familiares, que se dan en la entreguerra y en la posguerra", detalló.

Este poder de afectar y ser una especie catalizador de luchas, expresiones y emociones que interceptan una época sigue vigente en su figura. Antonella Vittelli, militante feminista, tiene un gran amor por Evita. "Para mí, Evita es el personaje femenino definitivo de la historia argentina. Fue -y sigue siendo- una figura disruptiva e incluso un tanto incómoda para ciertas aristas del feminismo, porque tuvo un posicionamiento político inusual para su época respecto de las mujeres, sus derechos y responsabilidades, ya que su lucha por la igualdad de las mujeres siempre estuvo atravesada por la composición de clase. Su legado nos habilita el desafío de pensar en la posibilidad de que los cambios y las conquistas que se buscan a través del feminismo se puedan dirimir a través del Estado, como actor central en las luchas políticas nacionales y populares latinoamericanas", afirma.

No es la única. Morena García, militante por los derechos de las diversidades sexuales afirma: "Eva para mí es un montón. Eva es mujer, pero también es puto, es una endogamia en una plaza. La contradicción de las joyas, que no estaba en Eva sino en los que pensaban que como se decía 'pueblo' no podía usar joyas porque siempre nos querían ver sumergidos en la miseria. En la figura de Eva, con su show de gala, se ve como si supiese que eso duraría un minuto. No es la tristeza de lo efímero, sino que al saberse efímera, darlo todo. Y Eva también fue cáncer, pero cáncer para ellos, y lo sigue siendo", cierra. 

Hay un pensador, Gilles Deleuze, que afirma que el personaje es lo que sobrevive a la persona. El personaje que se condensa en un nombre, "Evita". Queda de la persona, lo que su nombre hace soñar.