El gobernador Miguel Lifschitz en persona comenzó a cerrar, al menos de palabra, el acuerdo por el pago la deuda histórica por coparticipación que Nación le debe a Santa Fe. Lo que ayudó a destrabar la negociación es un mecanismo de actualización de los bonos que la administración nacional le dará a la Provincia como forma de pago.  

“Hoy hemos dado un nuevo paso, nos hemos acercado un poquito más al piso de requerimiento que hemos planteado para aprobar el convenio (…) Hemos acordado un mecanismo de actualización (de los bonos) por lo menos en los próximos tres años que nos da cierta garantía de no perder valor”, dijo Lifschitz a la salida del encuentro en Buenos Aires donde se reunión con los ministros de Hacienda y del Interior.

La Casa Gris exigía un mecanismo puntual para cobrar los bonos y que éstos no se devalúen durante su pago. “Lo que conversábamos era la actualización de los bonos en pesos que nos ofrecieron, actualización para que no pierdan valor frente a la inflación, sobre todo porque en los próximos años se estiman índices elevados”, reconoció el gobernador santafesino.

De esta forma, el socialista da luz verde al cobro de una parte en capital vía bonos y el resto en obra pública por parte de Nación en jurisdicción santafesina, que se cerraría en las próximas semanas. “Va a haber dificultades con la obra pública en general. Pero la situación en Santa Fe es ventajosa porque en el acuerdo figura la ejecución de unos 50 mil millones de pesos durante los tres años próximos”, reveló el mandatario.

La provincia pretende cobrar unos 50 mil millones de pesos que adeuda Nación por la detracción durante una década de parte de la coparticipación. La administración provincial tiene el aval en la justicia tras un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de noviembre de 2015.

Como Nación no obedecía el fallo, el gobernador acordó con el gobierno nacional en el Consenso Fiscal firmado en noviembre pasado un plazo para definir la forma de pago que venció el 31 de marzo último.