El local comenzó a funcionar de la mano de Pepe y Jorge Aguiló en 1937 en la esquina de San Lorenzo y Entre Ríos, donde hoy está la sandwichería Monreal. Los Aguiló tenían otro hermano que para 1960 se puso otra sucursal en Rioja y Corrientes, y luego de unos años se traspasó a Corrientes y Córdoba, frente a la Bolsa de Comercio.

Tras su retiro de la actividad, a los pocos años, se abrió otro local “Aguiló” en Rioja 1261, entre Mitre y Entre Ríos. Esto se produjo porque ninguno de los Aguiló registró el nombre, el cual fue arrebatado por esa sociedad que el 2 de agosto de 1987 produjo una catástrofe sanitaria por intoxicación de salmonella, que dejó como saldo más de 500 intoxicados que habían consumido sus sándwiches. Además, falleció un hombre de 72 años y una mujer perdió un embarazo avanzado.

La Dirección de Bromatología de la Municipalidad de Rosario clausuró el comercio tras comprobar la existencia de bacterias coliformes en la mayonesa casera elaborada en el mismo establecimiento. Las pruebas de laboratorio demostraron que la intoxicación no se debió a un solo germen, sino que también se encontraron gérmenes tales como la klepsiella, estreptococo del timo eterococo, citrobacter freunddi y salmonellas del tipo A.

Si bien luego se dijeron muchas teorías respecto respecto de cómo sucedió este hecho, hay una que llama la atención: la hipótesis de que un empleado enojado quiso vengarse del dueño y saboteó la reconocida marca contaminando la mayonesa con materia fecal. Esta versión nunca se comprobó, pero quedó grabada en la memoria colectiva de la ciudad.