La selección argentina de fútbol tomó un rol preponderante a nivel internacional por la gran actuación de sus jugadores en la Copa del Mundo y en especial por el virtuosismo de Messi con la pelota. Motivos que generaron, que a nivel deportivo, todo aquello que tenga que ver con la albiceleste se agigante.

La mística copera se trasladó al Argentina Open, que se está disputando por estos días en el tradicional Buenos Aires Lawn Tennis y exacerbó el sentimiento patriótico de los jugadores locales, quienes auspiciaron de anfitriones con el pecho erguido ante los curiosos e inquietantes top ten que llegaron al país en busca de revivir sensaciones.

Es que la celeste y blanca, pesa y marca la diferencia, sobre todo en la tribuna del ATP de Buenos Aires, donde algunos canticos mundialistas vuelven a reivindicar la pasión nacional. Y porque para los extranjeros, raqueta en mano: “Argentina es Messi” y hasta en las notas o conferencias de prensas el tema es inevitable, porque al fin y al cabo el fútbol es pasión de multitudes.

A tierras pampeanas llegaron varias de las mejores raquetas del mundo, entre ellos Carlitos Alcaraz, quien con solo 19 años y un futuro prometedor, ocupa el puesto número dos del ranking internacional, aunque estuvo en la cima durante 20 semanas.

En su primera experiencia de estar en el país, el español contó que se sintió muy cómodo, que le gustó el asado y el dulce de leche. Además, expresó su deseo de ir a ver algún partido de fútbol, aunque de ningún equipo en particular, pero  dijo que la Bombonera es el estadio donde que más ruido se hace. Inmediatamente sobrevuela el nombre de Messi, a quien considera el superhéroe del Mundial y que puso sobre sus espaldas a toda una nación para consagrarse en Qatar.

El segundo favorito del ATP de Buenos Aires Cameron Norrie, número 12 del ranking, quien pese a ser multicultural, tiene un particular vínculo con este país. Su padre es escocés, su madre de Gales y él nació en Sudáfrica,  además, vivió en Nueva Zelanda, Londres y Estados Unidos, adonde conoció a su entrenador Facundo Lugones, y su kinesiólogo, Julián Romero, que son argentinos y así nació su pasión por la albiceleste. Y si bien en la Copa del Mundo hinchaba para el equipo de sus ancestros, destacó que la zurda del 10 es infalible. En la final reconoció que alentó a la Argentina y que se puso feliz por su victoria porque “Messi se lo merecía”.

Cada uno de los tenistas que llegaron a estas tierras para disputar de la competencia de tenis más importante del país no ocultó su admiración por uno de los mejores futbolistas de las historia, que como no podía ser de otra manera es argentino.