Por Ernesto Rega

Más de 5 mil personas participaron en la prueba que abre el calendario de las carrera de calle en Rosario. La Nocturna Sonder tuvo su versión presencial después de dos años, desplegando también luces, color y baile por la costanera central. El recientemente campeón argentino en 10 mil metros Julián Molina se quedó con el podio masculino, y la esperancina Patricia Ponce ganó entre las mujeres por quinta vez consecutiva.

Los participantes de la prueba de 10 km largaron desde la base del Monumento Nacional a la Bandera hacia el norte. Por la colectora hacia el sur largaron los corredores de 4 kilómetros. Cuando apenas anochecía el sábado en la ciudad se dio inicio a la carrera.  El termómetro marcaba algo más de 20 grados, y con una humedad relativamente baja, se pudo vivir una jornada con un clima mucho más amable que los últimos febreros rosarinos. Quizás por el clima, por las ganas de que sea un año distinto o por el ya relajado protocolo Covid pero hubo fiesta dentro y fuera de la carrera. 

Más de 5 mil corredores en la noche rosarina

Los podios

Al grito de “dale campeón, dale campeón” subió al podio Julián Molina, para recibir su premio por lograr el primer lugar en la general y el record en la prueba. Bajo el escenario se vivía una fiesta con baile, solo equivalente a un cumpleaños de 15, cuando empezaron las premiaciones. Con ese clima diferente al habitual se entregaron los reconocimientos a los primeros atletas en cada categoría. 

Una semana después de consagrarse Campeón Nacional en 10 mil metros en Mar del Plata, Molina consiguió convertirse en el más rápido en los 18 años que lleva la carrera nocturna (con un tiempo de 29 min 24 seg), rompiendo el record de Cristian Meneguzzi, que también hizo podía alcanzando el quinto lugar. Los acompañaron en el podio en segundo lugar Lautaro Bruzzoni, el riojano Gustavo Frencia en tercero y Marcos Pierri en cuarto puesto.

“No salí para hacer el record del circuito, pero cuando me escapé pasados 3 kilómetros corrí demasiado fuerte, debajo de 2.50 el kilómetro, y salió el record. Contento, pero lo importante es para mí estar acá por cuarto año consecutivo”, dijo Molina a Rosario Plus. El multicampeón, con marcas nacionales en diferentes distancias, resaltó que enfoca su trabajo en las pruebas de pista pero que son importantes las carreras de calle, “las corro para disfrutar, para correr con el equipo. Y siempre ayudan por las premiaciones, porque uno vive de esto, ya desde 2018”. El corredor entrerriano, que vive en Rosario y entrena en el grupo Atenas, aprovechó en dialogo con este medio para recordar que pasó un año difícil en el que no pudo viajar al Sudamericano en Ecuador por Covid positivo, y pasó por una operación que lo tuvo fuera de entrenamiento, “pero acá estoy nuevamente levantando cabeza, y diciéndole a la gente que se puede. Un tropezón no es caída”. 

Julián Molina, otra vez a la cima del podio.
Julián Molina, otra vez a la cima del podio.

Patricia Ponce fue la primera mujer en alcanzar los 10 kilómetros de la Nocturna Sonder, algo que se convirtió en un clásico porque es la quinta vez consecutiva que consigue el primer lugar la prueba. La atleta entrerriana, de la localidad de Esperanza, además se mostró muy satisfecha con su logro: “Es una doble emoción para mí cumpliendo los 48 años, complicada un poco de salud, porque bajé mucho de peso. Pero muy bien, muy lindo. Yo espero todos los años venir acá”. 

En diálogo con Rosario Plus, la corredora contó que “vengo corriendo, me fue muy bien en Concordia, con un muy buen tiempo, no me puedo quejar. Y acá no sé, porque yo corro por sensación”, relató Patricia, que no utiliza cronometro. “Yo no soy de correr con reloj porque disfruto la carrera, tampoco tengo entrenador. Entreno yo sola, corro yo sola, cuando me siento bien corro. Voy probándome todas las semanas y ese es mi control. Si me siento bien corro”, aseguró, marcando una diferencia con el atletismo de elite en general.

El podio femenino se completó con las corredoras Rosa Enrique, María Aguilar, Virginia Mercado y Lilian Avila. 

Daniel Penta y María Eugenia Tumini fueron los primeros en llegar en la prueba de 4 kilómetros. Atrás de ellos, unas miles de personas cruzaron la meta con la sonrisa marcada a fuerza de sudor y piernas. 

Experiencias

Las carreras de calle tienen la particularidad de poder igualar a los corredores en una prueba, más allá de los resultados, sean de elite o que entrenan con cierta periodicidad, por lo que cada participante vive su experiencia. El corredor Enrique Vilamajó, de 78 años comentó a este medio muy feliz que “llegue entero 4 kilómetros, y estoy para correr todavía un par más. Pero 10 hubiera llegado con mucho cansancio”. El experimentado runner aseguró que para lograr sus metas entrena hace 9 años con Grupo Sacchi y hace bicicleta aprovechando la calle recreativa: “los domingos hago veintipico de kilómetros”.

Por su parte Paolo Arias de Marcos Juárez resumió: “Hermosa carrera, hermosa noche”, y destacó que junto con un grupo de corredores de la zona “venimos a representar al veterano de la guerra de Malvinas Miguel González”. Uno de los jóvenes del grupo corrió con una remera en homenaje a los caídos y veteranos que participaron del conflicto armado hace casi 40 años. 

Más de 5 mil corredores en la noche rosarina

Otro corredor que no se quiso perder esta apertura del año running es el diputado provincial Carlos Del Frade. Consultado por este medio sobre la vida de la ciudad en la que hay una innegable realidad de violencia y al mismo tiempo una prueba deportiva masiva que une familias y amistades, opinó: “La vida cotidiana de las grandes mayorías rosarinas es a favor del trabajo, de la alegría, de la paz, de la libertad y eso es lo que marca la contradicción. Porque esos nichos de violencia generan mucho dolor, pero sin embargo Rosario siempre resiste, siempre se revela ante la violencia y por eso tenés esas marcas de luces y sombras. Pero claramente las grandes mayorías rosarinas apuestan a esto, a la alegría a la solidaridad, y a tratar de luchar partir del trabajo para ser felices”. 

Más de 5 mil corredores en la noche rosarina