Los vecinos y vecinas del barrio Las Acequias de Roldán inauguraron este sábado por la tarde El Bosquecito de Nativas, una iniciativa propia que busca reforestar un parque con especies de la región y que cuenta con el acompañamiento de la vecinal y la Municipalidad de la vecina localidad. La jornada de apertura contó con un recorrido por el lugar, charlas y actividades para toda la familia. “Es súper importante un espacio como este. Que sea distinto, que esté conectado con nuestras raíces y sobre todo que sea un punto de encuentro entre el mundo animal, el vegetal y las personas. Que nosotros nos podamos sentir parte, no que somos personas separadas de lo natural”, contó, entusiasmada, Carmina Martín, una de las impulsoras del espacio. 

Del Instagram de bosquecitodenativas

El bosquecito está en formación. Se lo vislumbra desde el parque del barrio, donde todavía no hay árboles frondosos y todo se ve, huele, siente nuevísimo. Las especies crecen de a poco, al cuidado de cubiertas de auto. A lo lejos parecen montoncitos de tierra, de cerca se ven los tallos, las hojas de distintas formas y tonalidades, la vida creciendo desde abajo. Desde 2020, los vecinos y vecinas de los barrios Las Acequias y Las Tardes sobre todo, pero también de otras zonas de Roldán, Funes y Rosario, se acercan a aprender y disfrutar. Riegan, acomodan tutores, plantan, alimentan, disfrutan el lugar. El bosque en construcción está ubicado en el reservorio de agua del barrio Las Acequias, un espacio de unas 13 hectáreas, compartido con el barrio Las Tardes, que ya está forestado con especies de árboles exóticas, como álamos, pinos, fresnos. 

“La idea surge en 2019, cuando hicimos una forestación en el reservorio de Las Acequias de varios árboles que empezaron a deteriorarse, caerse o enfermarse. Hicimos esa forestación con especies nativas. La idea ya era contundente: si vamos a plantar, vamos a plantar con especies de acá. Pero no había una idea centrada de hacer un bosque, simplemente pusimos grupos de árboles, cerca de 120 en total”, relató Carmina a Rosarioplus.com. 

El grupo se encontró alrededor de una inquietud, un pasatiempo, un interés común: las plantas, los árboles, una vida más amigable con la naturaleza. Los vecinos y vecinas saben de todo: algunos son ingenieros agrónomos, biólogos, técnicos. Hay artistas y diseñadores. Todos ponen el cuerpo en la medida de la posible, todos aprenden, todos aportan. Desde 2019, el grupo fue creciendo y aprendiendo. Al principio se juntaban a plantar. En algún momento, la idea del bosque maduró. Con el paso de los meses, las estaciones, la experiencia, los vecinos fueron aprendiendo los procesos vitales para mantener las especies con vida. 

“Nos dimos cuenta, por ejemplo, que en cuanto empezamos a regar los árboles, empezaron a crecer un montón. Parece que es algo que cae maduro, ¡cómo no lo vas a regar! Pero bueno, aprendimos. Y crecieron, y están bellísimos. Te juro, me maravillo cada vez que voy y veo cómo crecen, incluso de una semana a otra. Eso te motiva mucho a seguir”, relata la vecina.  Carmina se entusiasma cada semana con la idea del bosque. El motivo principal está en su familia. “Pienso en pasear con mi hija, subirnos a los árboles, juntar ramitas, mirar bichos”, comparte.