El juicio de este viernes al cabecilla de Los Monos, Guille Cantero, por una decena de balaceras contra edificios judiciales y domicilios de funcionarios tenía las luces del semáforo amarilla pero igualmente quedó en rojo. Un informe confidencial de la Policía santafesina advirtió en junio a la Justicia que juzgarlo era un riesgo por la réplica o intimidación previa que podría generar. Por eso deberían tomarse recaudos. Finalmente, lo avisado ocurrió este miércoles a la noche con los balazos que pegaron en el Centro de Justicia Penal donde lo juzgarán.

Según publicó el miércoles por la tarde el diario Clarín, la policía ubicó a los días previos al juicio en el “riesgo extremo” si la audiencia se realizaba de manera presencial y “riesgo alto” si se desarrollaba en forma virtual dado que el acusado está detenido en el penal federal de Marcos Paz, Buenos Aires. Se eligió esta última.

Sin embargo, la misma “puede causar lesión severa (a las personas), daño significativo a la propiedad y contener serios riesgos potenciales que son probables de ocurrir”, avisaba el informe.

​Un operativo de rodeo al Centro de Justicia Penal se iba a desarrollar, en principio, el viernes, pero el ataque se dio antes. Si no hubo previsión, o no se tomó con la pericia necesaria para evitar el episodio serán preguntas que deberá contestar el ministro de Seguridad, Jorge Lagna.