Aunque el líder narco Ema Pimpi Sandoval murió en 2019 acribillado cuando residía en una vivienda de un juez en el barrio La Florida, su banda, lejos de desaparecer, continúa activa. Y en una audiencia este martes seis miembros de la Comisaría 10ª fueron a prisión preventiva con pruebas fehacientes que los señalaron en connivencia con esa gavilla que se impuso hace años en el barrio Parque Casas, en detrimento de una banda de su competencia. Por eso habían sido detenidos la semana pasada

La fiscal que acompañó la causa, Valeria Haurigot explicó que los efectivos imputados liberaban el territorio en la disputa narco para que continúen los delitos de las bandas, ya que “limpiaban el camino a la banda de Sandoval y ensuciaban la investigación de la Fiscalía, y las dos personas que ellos apresaron podrían estar implicadas en diferentes tareas con grupos criminales. Se descartaba a algunos en beneficio de otros, una especie de ley de la selva, utilizando medios formales”.

De esta forma recapituló: “La balacera que motiva una de las imputaciones fue en abril, la detención deshonesta fue en junio, y todo se termina develando con evidencias como actas de procedimiento que no son verdaderas”.

Los dos detenidos que implicaron falsamente, “están involucrados con la actividad criminal pero no en una balacera concreta, la cual dispara esta investigación”, aclaró la fiscal, quien detalló que luego “testigos de esa causa se acercaron a Fiscalía para retractarse de haber declarado que su vivienda fue baleada por miembros de una banda, y trabajamos con el fiscal Rebola en corroborar cada planteo, de por qué habían mentido (a una le prometieron dinero y a la otra drogas) y cómo se dieron los hechos”.

Aseguró que “normalmente los fiscales confiamos en la información que nos trae la policía, pero llegamos a la conclusión que la causa es falsa y se beneficiaba a un grupo en detrimento de otro”.

Comisaría con prontuario y vínculo narco

Estos efectivos son de la misma comisaría de Darragueira al 1100 donde se realizaron torturas y apremios ilegales a jóvenes que hacían un picado; y la fiscal confirmó que éstos también “podrían ser miembros de la banda narco de Ema Pimpi Sandoval: es una línea investigativa, pero hay un secreto de sumario porque hay muchas medidas en trámite y es posible que esta causa tenga novedades en un corto plazo”.

De esta forma el fiscal Federico Rébola imputó a los oficiales G.M de 30 años, S.O de 44 años. W.G de 34 años., J.P.S de 36 años.  y H.M.D de 39 años y la identificada como N.S de 31 años, por cohecho, falsedad ideológica de documento público en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público. El juez de la causa Carlos Leiva les dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de 90 días para los seis imputados.