Una historia mínima, donde todos son perdedores aunque estén en rincones opuestos, y al mismo tiempo comprensivos, solidarios. Un chofer y su camión están retenidos en el barrio Mangrullo, sobre la desembocadura del arroyo Saladillo, por vecinos que reclaman a las autoridades que les reparen los destrozos que el camionero causó en su fuga desesperada el miércoles de madrugada de dos motochorros que quisieron asaltarlo. Los vecinos lo salvaron de los asaltantes y desatascaron el camión del estrecho pasaje en el que frenó su escape, pero ahora esperan que el Estado observe esta situación singular y se acuerde finalmente de atender sus carencias estructurales.

Maximiliano hace 15 días que salió de su hogar en Tucumán con un poderoso Scania con trailer térmico de la empresa Fríos del Norte. Venía a buscar congelados al frigorífico Swift. Era la primera vez que entraba a Rosario. Miércoles a las 5 de la mañana, llegó por avenida Circunvalación hasta la bajada de Nuestra Señora del Rosario siguiendo el GPS. Pero cuando se adentraba en el barrio buscando el frigorífico y regulando la marcha ya en calles angostas, dos hombres en una moto se aparearon y dispararon al aire una pistola para forzarlo a detenerse. 

El camionero se asustó y aceleró hacia el interior del humilde caserío donde ya la geografía se ramifica en callecitas serpenteantes y pasillos con barro y restos de canoas, tachos y enseres de pesca.

El camionero, sin saber con certeza hacia dónde escapar, avanzó sin reparar en lo que arrastraba a su paso: cables, postes, dos autos, aleros de techos de chapa, algún triciclo olvidado por niños, y más. 

Una vecina lo contó al móvil de Sí 98.9: "Escuchamos un gran impacto. Pensamos que era el tren que había descarrilado. Pero al asomarme me encuentro literalmente con el camión en el patio de mi casa. Nunca imaginamos algo tan impresionante. Le fuimos a decir al muchacho que parara, porque él quería seguir, su explicación era que el GPS lo mandó para acá, y que venía a cargar al Swift pero era para el otro lado. Y ahí quedó en shock. Lo del robo nos enteramos después", relató.

Tweet de Rodrigo Miró

Otros testigos contaron que los propios vecinos defendieron al camionero del pillaje que pretendían los motochorros, pero también quedaron entre enojados y estremecidos por los destrozos. Las ruedas del camión rompieron caños y zanjas abiertas, tal la improvisada red de desagüe y cloaca en el barrio donde el Estado no llegó con esa infraestructura.

Con el correr de las horas, los vecinos confraternizaron con el camionero, lo convidaron con comida, lo consolaron, pero tampoco lo dejaron ir. "Ahora el camión no se va, antes que vengan a arreglar todo lo que le falta al barrio y que ahora se nota más por esto que pasó", sintetizó otro vecino. 

"Yo venía asustado, quería escapar. Me querían robar, y lo único que quería era salir y terminé acá. Yo estoy con el camión pero hasta que no venga alguien a solucionar lo del agua, la luz no me dejan salir", contó Maximiliano en diálogo con Rodrigo Miró por el aire de la Sí 98.9. "Fui a hacer la denuncia pero me dijeron que tenían cosas más importantes que hacer. La empresa está en contacto conmigo, la gente me ayudó un montón, pero no me deja salir porque necesitan una solución. Yo estoy viviendo en el camión, no quiero dejarlo porque es mi herramienta de trabajo", agregó. 

"Yo lo ayudé a sacar el camión con cuatro chicos más. El camión está acá, se puede ir cuando quiera, pero que vengan a arreglar el zanjeo. Rompió todos los caños, cables. Hasta ahora vinieron pero no hicieron nada. El camión no está retenido, está acá hasta que vengan y den una solución la Municipalidad o el dueño del camión, que alguien dé la cara", reclamó.

Un camión varado en el Mangrullo hace dos días tras un intento de robo