El Ministerio de Seguridad de Santa Fe presentó una denuncia penal contra Rosario Central por la violación de los protocolos sanitarios en el amistoso que se disputó el pasado 10 de octubre contra Belgrano en el Gigante de Arroyito.

Según la acusación del gobierno provincial, en el encuentro hubo unas 180 personas que no eran esenciales y estaban en las instalaciones del club.

"Rosario Central pretendía el ingreso de 283 personas para un amistoso a puertas cerradas, donde cada delegación debía tener un máximo de 35 personas (entre jugadores, cuerpo técnico/médico, administrativos y dirigentes), y asegurar el desarrollo normal del encuentro mediante personal de intendencia del estadio, Utedyc y periodistas que hagan posible la transmisión por televisión", señala el texto presentado por Diego Lluma, subsecretario de Seguridad Preventiva.

"Luego de reestructurar las nóminas, había 183 personas que según el criterio de los directivos del Club Atlético Rosario Central eran esenciales para que el evento se realice (entre ellos: 61 personas del plantel de Central –la AFA puso el máximo de 35–, un albañil, un guardavidas, etc.)", concluyó la denuncia.

Para el Ministerio de Seguridad, "llama la atención y se solicita la investigación de un número exagerado y dolosamente planificado para burlar los protocolos y la organización del encuentro amistoso".

En la denuncia se mencionó además que el intendente del estadio Sergio Quiroga y el vicepresidente de Central Ricardo Carloni "intentaron defender su proceder manifestando que la gente hace mucho que no ve fútbol y que se los podía esconder en las plateas y que no los enfoque la televisión".