Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que las "crueles tácticas bélicas de asedio" utilizadas por las tropas rusas en Ucrania y caracterizadas por "ataques indiscriminados contra zonas densamente pobladas" están provocando "homicidios ilegítimos de civiles" en el territorio.

La organización señaló en un comunicado que estos ataques incluyen la "alteración de los servicios básicos, cortes de comunicación y destrucción de infraestructura civil", además de "restricciones al acceso a medicinas y atención médica".

"En las últimas semanas, las fuerzas rusas han estado utilizando armas de efectos inherentemente indiscriminados, como municiones de racimo y armas de poca precisión con efectos en amplias zonas, (...) en ataques contra zonas densamente pobladas", señaló AI.

Así, los ataques de fuerzas rusas contra pueblos y ciudades y la "destrucción gratuita de infraestructuras necesarias para la vida cotidiana, violan el Derecho Internacional humanitario", indicó. Además, alertó de que este tipo de ataques indiscriminados suponen crímenes de guerra.

"Un rasgo característico de estos crueles asedios son los implacables ataques indiscriminados lanzados por Rusia, que provocan una devastación total conforme avanza el tiempo", manifestó Joanne Mariner, directora del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional.

Mariner afirmó que desde hace cinco semanas la población ucraniana "ha sido testigo de cómo sus ciudades eran arrasadas día tras día".

"La investigación sobre el terreno ha documentado la manera en que algunas de las personas que más riesgo corren en la sociedad sufren de forma desproporcionada mientras continúan estas brutales tácticas de asedio", lamentó.

Asimismo, subrayó que la población civil atrapada en ciudades sitiadas "debe tener acceso urgentemente a corredores humanitarios que permitan la evacuación segura de todas las personas que desean marcharse".

"También debe permitirse la llegada de suministros humanitarios para quienes se quedan", añadió.

En este sentido, AI señaló que las operaciones realizadas por el Ejército ruso en la ciudad de Jarkov, en el este de Ucrania, se han documentado un "patrón de ataques ilegítimos e indiscriminados contra zonas pobladas".

El distrito de Saltivka, en Jarkov, también ha sido atacado repetidamente durante el asedio de la ciudad. Los ciudadanos advirtieron de la presencia de bombardeos y disparos continuos en la zona y la falta de gas, agua y electricidad.

"El principal problema en Saltivka es que las personas ancianas mueren por falta de medicinas, por la conmoción, por un ataque cardiaco. Es importante sacarlas y enterrarlas; pronto el tiempo será más cálido y se descompondrán", lamentó un residente.

La ONG volvió a confirmar la existencia de municiones de racimo, que han dejado también víctimas mortales entre los civiles de ciudades como Sumy.

Por otra parte, AI indicó que existe una "muy difícil comunicación con la población civil en las ciudades sitiadas" debido a la interrupción de los servicios de telefonía móvil e Internet.

El documento determina que la población civil de Izium se encuentra, además, "al borde del desastre humanitario debido a los bombardeos".

Esto hace que el conflicto siga teniendo un importante impacto sobre las personas en situación de vulnerabilidad, como las de edad avanzada o con algún tipo de discapacidad.

Por ello, instaron a planificar las evacuaciones de civiles y establecer "corredores humanitarios seguros" de forma "inclusiva" para "garantizar la accesibilidad de la información, el transporte y los servicios".

El informe de AI se conoce el mismo día en que Human Rights Watch (HRW) instó a las autoridades ucranianas a investigar potenciales "crímenes de guerra" contra prisioneros rusos, tras la difusión de imágenes mostrando a soldados ucranianos disparándoles en las piernas.