Un juez de la Corte Suprema de Brasil anuló este lunes todas las sentencias que pesaban contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. En dos de estos procesos Lula ya había sido condenado por lo que pasó 580 días preso, pero fue liberado en noviembre de 2019 luego de que la Corte Suprema falló en contra de la detención tras una condena en segunda instancia. Con la anulación de ambas condenas, Lula quedó libre. 

En diálogo con Rosarioplus el Secretario de Internacionalización de la UNR, Pedro Romero, y el Doctor en Relaciones Internacionales e investigador Esteban Actis, plantearon las particularidades del caso y reflexionaron acerca del escenario que se abre ahora para Brasil y la región.

"Lo que dijo el Tribunal Superior es que lo actuado por el juez Moro tiene un error procedimental ya que no tenía autoridad para avanzar en ese proceso. Están diciendo ‘esto corresponde a Tribunales Federales’, Moro no tiene competencia, por lo tanto, todo lo actuado es nulo", detalló Romero. 

“Claro. No se avanza sobre el fondo de las sentencias y procesos por corrupción, sino que lo que hace es cuestionar la competencia de la Justica de Curitiva para investigar y acusar a Lula Da Silva y manda la causa a que sea investigada a Tribunales Federales. Es una cuestión de competencias y no de fondo que es importante destacar”, añadió Actis.

Esta nulidad en el proceso viene a profundizar las acusaciones de imparcialidad del Juez Moro. Miles de personas seguían este martes en directo una sesión del Tribunal Supremo de Brasil en la que este órgano debatía sobre esto y que fue suspendida ante el pedido de más tiempo por parte de uno de los magistrados para estudiar el caso.

Las preguntas que se abren con la nulidad de los procesos contra Lula

Más allá de cómo se avance en esa causa y de las acciones que puedan presentar los abogados del expresidente de Brasil en contra del Juez de Curitiva por los daños y perjuicios ocasionados, la búsqueda máximo referente del Partido de los Trabajadores es otra.  en este momento. “Lo más importante para Lula Da Silva es la reparación política y en este sentido, la actual sentencia es un espaldarazo muy fuerte más allá de que la inocencia no haya sido resuelta. Porque al cuestionar el procedimiento también en alguna medida se cuestiona fondo de toda la investigación y también pone en la lupa al ex juez Sergio Moro”, detalló.

Los especialistas coincidieron en que el fallo del Tribunal Superior claramente cambia el mapa político y el clima electoral en Brasil. "Ahora Lula recupera todos sus derechos políticos, entre ellos el de ser candidato en el 2022. Este es el escenario que se abre ahora para Brasil" planteó Romero quien además aseguró que "en una encuesta publicada esta semana Lula se encuentra liderando como favorito para volver a ocupar la presidencia".

De todas maneras, ningún proceso es ni tan lineal ni sencillo advirtieron. "Es necesario ver cómo se va a reagrupar y hasta dónde llega la coalición de fuerzas progresistas, de izquierda, para hacerle frente al modelo neoliberal que representa Bolsonaro", añadió Romero. “Hay que ver si Lula capitaliza y nuclea el sector progresista y la izquierda, inclusive sumando algunos dirigentes de otros partidos más moderados o de centroderecha, logra conformar alguna fuerza electoral más amplia que pueda disputarle la presidencia Bolsonaro, que hasta entonces parecía que si ahí está la disputaba la presencia iba a ser dentro del propio espacio la centroderecha. Ahí se estaba dirimiendo esta semana la disputa electoral por la debilidad del PT y la ausencia de un dirigente que pueda aglutinar políticamente la oposición a Bolsonaro. Pero bueno, hay que ver si sí efectivamente se polariza en las figuras de Bolsonaro y Lula y de ser así, si esta polarización no resulta conveniente para el actual presidente para desviar la atención de la crisis de gobierno en la que se encuentra”, concordó Actis.

Finalmente, en relación a si es posible plantear ciertas continuidades entre el caso de Lula y la serie de procesamientos que se dan en nuestro país contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ambos aseguraron no se puede pensar en términos de equivalencias pero que sí se debe tener presente una constante que se replica no sólo en Brasil y Argentina, sino también en Ecuador, Bolivia con otras aristas y que tiene que ver con una mayor judicialización de la política. "Cada proceso tiene que ver con la particularidad de cada país. Esto es: cómo está estructurada la Justicia, cuál es el mapa de medios presentes, cómo son los apoyos de los distintos liderazgos. No son lo mismo las bases de Cristina, o de Correa, o las de Lula. Entonces más que como equivalencias, el lawfare debe ser pensado como una dimensión operativa a través de la cual ciertos grupos concentrados de poder intervinieron la política", cerró Romero.

Hace tres años Lula decía: `Si me matan, seré mártir. Si me detienen, seré héroe. Y si me dejan libre, volveré a ser presidente de Brasil’. Lo metieron preso en el marco de un proceso hoy declarado nulo, su figura de héroe se fortalece y ya está libre. La pregunta entonces es ¿volverá a ser presidente?