Semanas atrás, el presidente del Colegio de Abogados de Rosario Carlos Ensinck, manifestó a RosarioPlus su preocupación por la falta de seguridad que posee la actual plataforma informática de la Justicia santafesina, de uso para los letrados, por ejemplo, en la carga de sus trámites judiciales. Además había asegurado que secretarios y jueces pueden alzarse con esas informaciones y ocultar registros.

Ante tan grave manifestación pública, desde la Corte Suprema santafesina salieron con los tapones en punta para responderle. Daniel Erbetta, uno de sus ministros,  habló con este medio y redobló la apuesta: “Yo desmiento categóricamente esta afirmación y este reclamo que se hace y les pido a los colegios de abogados que traigan las pruebas”.

Asimismo sostuvo que resulta muy malo para la Justicia hacer generalizaciones en un tema tan delicado. “No se puede decir que el sistema informático no funciona  o es inseguro cuando uno requiere el material que acredite esa información, y no lo traen”, disintió.

Luego, para dejar bien clara esta situación, aseveró que “no se registró hasta ahora un solo caso” en la provincia de Santa Fe, donde se haya denunciado un supuesto episodio de inseguridad informática y que eso a la vez haya acarreado un prejuicio a un abogado. “Si alguno se imagina en su cabeza que puede haber un problema, que lo trate, quizá necesite hablarlo con alguien o ir a una contención, pero mientras no exista un problema concreto no se puede sostener esa información, es un disparate”, lanzó en tono irónico.

Erbetta señaló que tanto él como sus compañeros cortesanos, junto con el actual presidente de la Corte santafesina Roberto Falistocco, tuvieron la mejor voluntad para encontrar una solución y en ese itinerario mantuvieron reuniones con todos los colegios de letrados de la provincia. Si bien reconoció que por motivo de la pandemia se puso en evidencia una limitación del sistema, que era la falta de desarrollo de aplicaciones para interactuar entre las partes con el Tribunal, reiteró que no es posible hablar de inseguridad sin las pruebas que remiten al caso.

“En verdad, el sistema informático no se implementa de un año para el otro. Aquí se inició el proceso de informatización hace varios años y se fue avanzando en función de los distintos requerimientos y las necesidades que se van planteando”, precisó Erbetta. Por otro lado destaco el trabajo de la Corte junto con su equipo informático que “puso sus herramientas a disposición y tomó una medida de coyuntura”.

Dicha intervención contó, se hizo a través del uso de los correos electrónicos de los juzgados que finalmente llevó al desarrollo de una aplicación que les permitió a los abogados empezar a interactuar de manera gradual con el Tribunal, además de trabajar de modo remoto de forma completa. Tan completa es la herramienta, sostuvo el ministro, que desde julio del año pasado todo trámite puede incorporarse a través del sistema informático y no hay necesidad de utilizar el papel e ir a los juzgados.

“De hecho, y a contrapelo de lo que pueden manifestar algunos colegas, hoy el 85 por ciento de las presentaciones de la provincia de Santa Fe, se efectúan de manera remota, sin que hayamos tenido una denuncia o se haya plateado algún problema en términos de materia informática”, afirmó.

Sobre el proceso Erbetta detalló que el expediente llega directamente desde el estudio de abogados al sistema informático del Tribunal. Apuntó,  si posteriormente alguien imprime ese documento es para tener un soporte papel, que ese trámite queda cargado en el sistema lo que quita de escena cualquier suspicacia por parte de los empleados de los juzgados.  

En cuanto a la denuncia del Colegio de Abogados rosarino ratificó que si esto fuese así sería una acusación de una gravedad inusitada porque pone en sospecha a muchísima gente que trabaja diariamente de manera comprometida. “Este no es un problema de fe o de lo que uno crea, ¡que venga el presidente del colegio de abogados y traiga la denuncia completa con nombre y apellido!”, enfatizó. Y remató de forma impetuosa: “Es un disparate, poner bajo sospecha a todo el Poder Judicial. Es como si yo dijera que todos los abogados trabajan mal de mala fe, yo no podría sostener nunca ese argumento, sería un irresponsable si lo hiciera”.

“No hay ningún problema de seguridad y que los abogados se queden tranquilos. Yo no soy muy partidario de quedarnos con el expediente digital porque es una sustitución del papel, tiene problemas diversos porque se corta la luz, se puede caer la página, etc. Igual es un avance que nos permitió resolver el tema de la pandemia y permitió que el abogado no salga y se quede en su estudio de manera remota”, tranquilizó primero al fuero para luego dejar en claro su postura.

Expediente digital, justicia remota y oralidad de los procesos

En un segundo tramo de la entrevista Daniel Erbetta profundizó sobre su mirada acerca del uso del expediente digital del cual admitió “ser muy crítico”. Y expresó: “Los países que lograron el paso del expediente papel al expediente digital, camino que seguimos nosotros, no resolvieron el problema. Es decir reprodujeron el problema del expediente de papel a través del expediente de PDF con problemas más graves, porque la informática los tiene”.

“Yo puedo tener un expediente digital y uno papel, seguro que al abogado le voy a generar mayor comodidad con el expediente digital porque no va al Tribunal y se queda en su estudio. Ahora la trazabilidad es el mayor problema que tiene la gente, que el juicio le dure cinco o siete años, no se lo voy a resolver ni con el expediente digital ni con el expediente papel”, ratificó.    

Para Erbetta lo primordial que debe discutirse es cuáles son los procesos de trabajo en la Justicia. Al respecto manifestó que mientras se mantengan esos procesos del Siglo XIX, que son los que tenemos hoy en día en toda la República Argentina, como es el expediente escrito, “seguirá siendo fuente permanente del trámite y del problema, la ida, la vuelta y la pérdida de tiempo”.

“Aclaro que soy crítico del funcionamiento del Tribunal, como lo soy de este fenómeno de la informatización que los abogados piden”, enunció el ministro, aduciendo que la Justicia debe avanzar a un sistema de audiencias públicas y orales, donde los abogados “tengan que poner la cara ante el juez como sucede en el sistema de justicia penal”. En este sistema “se acortan todos los trámites, desburocratiza, trasparenta, hace que los actos del Poder Judicial sean públicos y la gente sepa cómo trabaja el abogado que debería estar más entrenado”, alegó.

La prueba piloto de oralidad en Santa Fe comenzó hace dos años con un sistema parecido al penal en todos los juzgados civiles. “El juicio que los abogados defienden, con papeles y ahora con informática, duran cuatro o cinco veces más que con el sistema de audiencias públicas y orales esta en ocho meses o un año, eso es real y palpable y los abogados lo saben”, manifestó el también docente de la UNR.

En tanto informó que Rosario tiene un problema grave en la Justicia Laboral  y el la Justicia de Familia. “Es que si yo me quedo con una estructura anquilosada con el juez y el secretario que es la que tenemos, bueno, no hay ninguna duda que tenemos la misma estructura que hace 30 años atrás. El aumento de los conflictos labores, tampoco es responsabilidad del Poder Judicial, es responsabilidad de la política que si quiere mantener este esquema lo que tiene que hacer es crear más juzgados laborales”, sustentó.

Para Erbetta, además de sumar recursos, se deben repensar los modos de reorganización, los procesos de trabajo y las formas de litigar. “Tenemos códigos de procedimiento que están tomados prácticamente del Siglo XIX, yo no entiendo como los abogados no advierten esta situación”. En ese sentido, el magistrado señaló que al pedido de más jueces y más empleados hay que agregarle un dato más cualitativo: pensar los modos de trabajo para acortar los procesos y eso se logra con un sistema que se estructure básicamente en dos audiencias.

Una donde teniendo la demanda se define si hay un acuerdo y si no lo hay, se busca la prueba pertinente, se fija un plazo de 90 días para que se produzca la prueba y luego sale la sentencia; audiencias orales donde se establecen plazos muy contundentes, se llama a los testigos a declarar y de esta forma “no se necesitan tantos recursos”.