La mano de Alberto Fernández cayó muy pesada en Santa Fe y Rosario, y Juntos para el cambio no pudo levantarse este domingo. El Frente de Todos le sacó 10 puntos en todo el territorio santafesino a la fórmula de Mauricio Macri y la friolera de 20 en la ciudad para validar la imagen negativa que se consolidaba en los últimos meses del presidente.  

El sprint final fue clave para la gran perfomance de Alberto Fernández, con recorridas, reuniones claves, y un acto masivo al pie del Monumento a la Bandera que dejó percibir una ola de votos, pero la herida ya estaba desde antes. La caída de la actividad económica, el desempleo, la inflación y un electorado urbano que no conecta con los ideales ni políticas del macrismo edificaron el voto castigo que se replicó en todo el país. 

Los números en Santa Fe -tercer distrito en importancia- son más impactantes si se tiene en cuenta que en 2015 las Paso marcaron una paridad y en las generales ganó Macri al candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, por cuatro puntos. Y más aún si se recuerda la provincia pintada de amarillo en 2017 en las eleciones intermedias. 

De los 19 departamentos, Juntos por el cambio obtuvo siete, mayormente del sur y oeste provincial: San Justo, Belgrano, Caseros, y San Martín con números parejos; Las Colonias y Castellanos con una diferencia amplia. Lo particular es que en Rafaela el PJ quedó segundo lejos, más allá de que es la ciudad del gobernador electo Omar Perotti. Así, ni la zona de la maquinaria agrícola, ni la del sector lácteo le dieron el apoyo al ganador de los comicios. 

Los centros urbanos, el centro este y los aglomerados urbanos grandes quedaron para la fórmula de los Fernández alcanzando el 43,62% con el 89% escrutados. De esta forma se confirma lo que el diputado Marcos Cleri había adelantado a partir de las mesas testigos