El Concejo Municipal aprobó el viernes por la madrugada el Plan de Ordenamiento Urbano Ambiental Salvat e Ibarlucea, un proyecto para planificar y urbanizar con nuevos criterios e instrumentos las casi 500 hectáreas de la zona rural de Nuevo Alberdi, de las últimas que quedan en la ciudad.

El proyecto, que contó con el apoyo de todos los bloques menos el de Juntos por el Cambio y el sector del peronismo representado por Eduardo Toniolli, Norma López y Alejandra Gómez Sáenz, tiene el consenso de distintos actores y en 5 meses tendrá su plan de detalle.

“Lo que votamos hoy no es solo una victoria enorme en la lucha que venimos dando hace tanto tiempo, es un cambio de paradigma en el modelo de urbanización que puede marcar un quiebre para el futuro de la ciudad”, señaló la concejala de Ciudad Futura - FSP, Caren Tepp.

El plan de ordenamiento prevé cuatro sectores con distintos usos, una zona de integración socio urbana, una de desarrollo más densificado, y dos zonas de protección ambiental: una con usos productivos para localizar la producción del barrio y otra con posibilidades de vivienda de baja densidad y áreas deportivas.

El reparcelamiento, el reajuste de tierras y fundamentalmente las donaciones anticipadas de suelo aparecen como mecanismos para dotar al proyecto de una mayor agilidad en su concreción brindando incentivos para quienes se sumen al plan integral. La iniciativa fija el porcentaje de donación de tierra más alto de la historia de los convenios urbanísticos de Rosario, llevándolo al 30%: esto es, que los propietarios para poder desarrollar van a tener que donar ese porcentaje de suelo para desarrollo público. 

“Lo innovador y revolucionario del proyecto es que logró combinar después de arduas negociaciones con distintos actores, en un mismo proyecto urbano, la ley de barrios populares para defender a las familias históricas del barrio con el desarrollo de una nueva urbanización. Esto repercute en que los privados van a poder desarrollar después de tantos años, por un lado, y por otro va a quedar una importante cantidad de tierra para proyectos públicos: Procrear, viviendas con sindicatos, etc; ya estamos proyectando todo eso. Esto es planificar con criterios de igualdad y de justicia”, afirmó la edila.

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Por su parte, el ex concejal Juan Monteverde, quien estuvo acompañando al bloque en el Concejo, manifestó: “Ahora viene la parte más linda, los planos, los dibujos, los proyectos concretos. Tenemos 5 meses para presentar propuestas para el plan de detalle, algunas ya las tenemos en estado avanzado como el proyecto de la escuela, también conversaciones con la UNR para un centro de experimentación en el área productiva. Todo esto sumado al proyecto estructural de distintas tipologías de vivienda, lotes para Procrear, vivienda colectiva con sindicatos y organizaciones. En definitiva Nuevo Alberdi puede ser el lugar donde muchos de los problemas urbanos más complejos puedan mostrar modelos de resolución exitosos, para eso peleamos tantos años”.

Según los ediles de Ciudad Futura fue clave la aplicación de la ley nacional de barrios populares y el rol de la Intendencia y el Concejo para poder avanzar después de tantos años.

“Hay tres elementos que posibilitan que hoy estemos cerca de llegar a una solución a este conflicto histórico, que para nosotros siempre fue la construcción de un proyecto de urbanización justo e igualitario donde entremos todos: por un lado la intervención del gobierno nacional con la ley de barrios populares, por otro que por primera vez desde la intendencia exista el interés real en resolverlo y convocar a todos (al igual que desde la presidencia del Concejo). Y por último, el apoyo que Ciudad Futura recibió en las últimas elecciones con el 20% de los votos convirtiéndonos en uno de los dos bloques más grandes del Concejo. Y ese apoyo de la gente fue justamente por defender causas como estas, por no rendirnos nunca, por no vendernos, por mostrar que se puede construir una ciudad distinta por más poderosos que sean los que están enfrente”, finalizó Monteverde.