El dilema del Ejecutivo rosarino es cómo darle vida nuevamente a un sistema de trasporte jaqueado tras la pandemia que de tener 450 mil pasajeros pasó a tan solo 100 mil. Situación que derivó en un fuerte recorte económico del 50%  que se trasfiguró con cambios de recorridos, unificaciones de líneas y quita de unidades de las calles rosarinas. De ahí es que parte el Municipio en esta etapa, donde el mal humor social sobre este tema se acrecienta día a día.  

Según reconoció la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, la crisis de movilidad en la ciudad no es de ahora, los problemas nacieron previos a la pandemia, aunque el covid los profundizó, “hubo muchos paros que se daban porque Nación no mandaba a tiempo los subsidios y además la cuarentena que obligó a la gente a quedarse en sus casas y de esa forma bajarse del colectivo”. Además dijo que esperan el apoyo de la sociedad en esta etapa y que si alguna empresa no puede cumplir con el servicio “deberá irse”.  También marcó que el paro de usuarios le parece una “medida horrible”.

“De esa crisis empezamos a salir recién, todavía estamos, y por supuesto que falta mucho porque hay nuevas unidades que todavía no están en la calle y eso implica que las frecuencias sean no las que esperamos, pero bueno, lentamente estamos convencidos que lo vamos a recuperar”, redondeó la edila a Rosarioplus.com.

Que además se sumó a la polémica generada por un grupo de vecinalistas quienes llamaron a la rebeldía para la semana próxima, utilizando el servicio pero sin pagar el boleto. “Me parece una poco feliz”, remató Schmuck y señaló que no se toma en cuenta que el sistema de trasporte está saliendo de la crisis porque la gente en la pandemia no pagaba su boleto. “El sistema de trasporte se financia el 50%  con subsidios de Nación, Provincia y Municipio el resto con el boleto que pagan los pasajeros”, explicó en ese sentido.

“Me parece horrible que se haga esto, si a uno le parece que un servicio público no funciona bien, no es una medida sana no pagar el boleto, en todo caso generemos un espacio de discusión con las autoridades, como ya se hizo con este grupo de vecinales. Llamar a no pagar el boleto no colabora, más bien profundiza la crisis”, abundó.

Y como bien dijo el intendente,  agregó que “si hay alguna empresa que no se pueda hacer cargo se tendrá que ir y el Estado  tendrá la obligación de la resolución de ese conflicto”.

Cuando Llega, pero no llega y el cuento de la SUBE

Sobre este tema, la presidenta del Concejo señaló que se está asimilando a la vieja aplicación con Google que es “lo que se utiliza en cualquier parte del mundo para saber qué colectivo tenés que tomarte, esto es para no depender de ningún software y creemos que para el próximo mes va a estar resuelto”.

En cuanto a la llegada de la SUBE adujo que “es como el cuento de la buena pipa”, y casi desde que es concejal, y pasaron diez años y varios gobiernos nacionales, “Rosario está preparada” hace muchísimo. “Lo único que nos falta es que Nación cite las maquinas validadoras, que es lo que se le pone a cada colectivo para que pueda funcionar el sistema con toda la infraestructura que hoy tenemos, para eso Nación tiene que llamar a licitación y todavía no lo hizo”, requirió a las autoridades nacionales.