La crisis del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) de Rosario se profundizó con la pandemia, pero la pérdida de usuarios que se suben a los colectivos de la ciudad se viene registrando desde hace décadas.

Según el último informe del Observatorio Social del Transporte, elaborado a partir de datos oficiales de la Municipalidad, el estudio de costos que envía al Concejo el Ente de la Movilidad y la Fundación Banco Municipal de Rosario, entre 1986 y 2019 la cantidad de boletos cortados cayó de 226 a 96 millones por año, una caída del 57 por ciento.

Más cercanos en el tiempo, en el año 2015 se movilizaron en el sistema 140 millones de pasajeros pagos, y pese a no existir nuevas franquicias en el lapso transcurrido (el Boleto Educativo Gratuito surgió en Santa Fe recién a mediados de 2020), en 2019 había 44 millones de usuarios menos, un descenso del 31 por ciento.

Como contrapartida, en la década de los 80 el promedio de viajes por año fue de casi 201 millones. En tanto, en los 90 bajó de 206 millones en 1991 a 139 millones en 1999.

Según el estudio del OST a mediados de la década de 1980 las unidades del TUP recorrían anualmente un promedio de 70 millones de kilómetros, mientras que la media de la década de 2010 fue de 49 millones de kilómetros por año.

Esto significa una caída del 30 por ciento en las distancias recorridas por los coches, es decir una menor cantidad de vueltas, lo que se reflejó en un empeoramiento consiguiente de las frecuencias así como de recortes de servicios especialmente en horarios nocturnos y fines de semana. 

“De esta manera, sólo siguen haciendo uso del TUP aquellos usuarios que no tienen una alternativa a mano, y la incapacidad del sistema para satisfacer la demanda de los pasajeros es un aliciente permanente para que la sangría se extienda”, analizó el titular del observatorio, Carlos Fernández Priotti.

En tanto, con la pandemia del coronavirus, cayó estrepitosamente la demanda del servicio y recién ahora se pudo recuperar el 75% de los pasajeros: hoy son unos 330 mil personas por día, pero antes de la cuarentena eran 450 mil.

Asimismo, Silvana Teisa, concejala del Frente de Todos, quien participó de la reunión realizada recientemente en la Toma con ususarios del TUP y concejales señaló: "Los usuarios comenzaron a bajar del colectivo cuando el servicio empezó a decaer en cuanto a calidad de prestación, siempre y cuando tuvieran otras opciones de movilidad. Quienes siguen utilizando el servicio son los ciudadanos que no pudieron encontrar otra alternativa".

“El servicio público debe ser de calidad”, estimó y además agregó: "No solo mejorar la frecuencia, sino también a volver con los recorridos habituales, cumplir con los trayectos completos tanto en horario diurno como nocturno, y contar con una aplicación que otorgue información certera", dijo en referencia a las quejas por las fallas en el sistema Cuándo Llega.