Una enfermera del Samco de la localidad de Timbúes prestó servicio durante la pandemia a pesar de tener patologías de base, y falleció la semana pasada con coronavirus. La Asamblea de Trabajadores Precarizados de Santa Fe, ATE Rosario y la Junta Interna del Hospital Baigorria aseguraron desde sus redes y sitios web que era precarizada y por esta condición no le fue otorgada una licencia.

Se llamaba Roxana Rosón, tenía varios empleos y dos hijos a su cargo. Era asmática y diabética, razones por las cuales consideran que era personal de riesgo. Antes de ejercer su profesión en Timbúes había trabajado varios años en el Hospital "Eva Perón", donde reclamaba junto a sus colegas por la regularización de la situación laboral de ella entre otros.

Roxana murió en el Hospital Modular de Baigorria, donde fue despedida “con tristeza e indignación" por sus compañeros. Vanesa es una enfermera que es miembro de la Junta Interna del Eva Perón, y en diálogo con Rosarioplus.com recordó: “Roxana trabajó varios años en el Eva Perón en diferentes situaciones de precarización laboral, y compartí con ella esos años de reclamos en asambleas, por los pase a planta. Se cansó y encontró mejor trabajo en el Samco Timbúes pero era como reemplazante”.

Desde que se fue del hospital a Timbúes, Vanesa no volvió a ver a Roxana, pero varios compañeros supieron que ella hacia trabajo domiciliario. Para Vanesa “es común denominador de los trabajadores de la salud tener doble o triple empleo para llegar a la canasta básica”

Sobre los últimos días de Roxana, Vanesa detalló que tuvo conocimiento de que “ella estuvo varios días internada en el Modular del Baigorria, pero su situación fue empeorando y falleció el 26.

Compañeros de la empleada de salud expresaron con dolor que "era una miseria lo que le pagaban. Era humilde y buena compañera".

La advertencia de los trabajadores: habrá más Roxanas

Lo que preocupó a la joven enfermera del Eva Perón de es que “si Roxana hubiera tenido un cargo como correspondía, la habrían licenciado por sus patologías de base, porque era personal de alto riesgo por la diabetes y era asmática. Se contagió producto de la propia precarización laboral, así que acá hay responsabilidades políticas”.

Vanesa aseveró con preocupación que “lamentablemente seguirá habiendo muchas Roxanas porque sigue habiendo compañeros en esa situación irregular y es una perinola ver a quien le toca”. Fue consultada por este medio si habría alguna denuncia al Estado por este caso, lo cual desconocía.

“Trabajaba como monutribustista, y por falta de contrato debía continuar asistiendo a su trabajo pese a sus problemas de salud”, explicaron en consonancia con Vanesa, en el comunicado de ATE Rosario. Recordaron que “desde el comienzo de la pandemia se denunció que la situación de las y los trabajadores de la salud era paupérrima, no sólo por ser un sector que trabajó sin los elementos de protección personal, con sueldos por debajo de la línea de pobreza, ante una pandemia sin precedentes, sino también porque muchos de ellos ante su precarización laboral y sus problemas de salud no tuvieron otras posibilidades que continuar trabajando y poner en riesgo sus vidas”.

El informe epidemiológico nacional hacia fines de noviembre había computado 3.380 trabajadores y trabajadoras de la salud infectadas y 27 personas del área fallecidas desde el inicio de la pandemia.

ATE Junta Interna Hospital Baigorria