Sólo un 22% de las grandes empresas del mundo están comprometida con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), según un relevamiento de PwC (Price Waterhouse Coopers).

Los resultados se desprenden de la última edición de una encuesta que alcanza a 4.500 ejecutivos de 89 países y que se presenta anualmente en el encuentro del Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, evento que este año fue postergado por el rebrote del Covid-19.

De acuerdo con el informe “se necesita hacer un mayor progreso para lograr los objetivos climáticos globales, ya que menos de un tercio de los encuestados dijeron que sus empresas se han obligado a reducir las emisiones”. Por fuera del 22% que ya se ha trazado la estrategia de avanzar hacia las “emisiones netas cero”, el 29% manifestó que este compromiso está «en progreso» y el 44%, que no tiene ninguna política al respecto.

Entre los CEOs cuyas empresas han hecho compromisos netos cero, el sector de energía y servicios públicos es el principal sector, con un 40%, unos 15 puntos más que los sectores de telecomunicaciones, banca y mercados de capitales (ambos 24%). Alrededor de dos tercios (65%) de los CEOs cuyas empresas tienen ingresos de US$25.000 millones o más, se han comprometido a objetivos de emisión cero, en comparación con el 10% de las empresas con ingresos inferiores a US$100 millones.

En el caso particular de la Argentina se observa un nivel de conciencia entre “medio y alto” de los CEOs respecto de los desafíos ambientales. 

Empresas con compromiso

Pos su parte, Gerdau, la mayor empresa brasileña productora de acero, anunció que se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 1 y 2 a un valor inferior al 50% del promedio mundial de la industria siderúrgica. Actualmente, la compañía tiene una de las emisiones medias más bajas de gases de efecto invernadero (CO₂e), de 0,93 t de CO₂e por tonelada de acero, lo que representa aproximadamente la mitad de la media mundial del sector, de 1,89 t de CO₂e por tonelada de acero, según datos de 2020 publicados por la World Steel Association (worldsteel). Para 2031, las emisiones de carbono de Gerdau se reducirán a 0,83 t de CO₂e por tonelada de acero.

Con el objeto de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos diez años, Gerdau ampliará el uso de chatarra ferrosa como materia prima para la producción de acero, aumentará su área forestal, responsable de la producción de carbón vegetal, que funciona como bioreductor en la fabricación de arrabio, y aumentará el uso de energías renovables, como los parques solares ya anunciados en Brasil y Estados Unidos. La compañía también invertirá en iniciativas enfocadas de mayor eficiencia energética y operativa en sus unidades, en nuevas tecnologías e innovación abierta.

Además, la compañía entiende que la neutralidad en carbono también está ligada a la mejora de sus procesos productivos y a las inversiones en nuevas matrices energéticas limpias y renovables. La compañía ya ha dado los primeros pasos en este camino, con el anuncio de parques solares en Minas Gerais y la instalación de un parque fotovoltaico en Midlothian, Texas (Estados Unidos). Ambas iniciativas tienen como objetivo proporcionar energía limpia a las unidades de producción de acero de Gerdau.

Gerdau, desde 2021, pasó a vincular los indicadores de sostenibilidad, incluyendo las emisiones de gases de efecto invernadero, a las metas de bonos de largo plazo de la alta dirección. Desde el año pasado, el 20% del plan de incentivos a Largo Plazo (ILP), que remunera a los directivos a través de acciones de la compañía, se calcula en función de las emisiones de CO₂e y el porcentaje de mujeres en puestos de liderazgo con miras a reforzar un entorno de trabajo comprometido con la evolución de los temas de sostenibilidad y llevar los temas ambientales, sociales y de gobernanza aún más al centro de la toma de decisiones estratégicas de la productora de acero.

Solo el 22% de las grandes empresas reducirán las emisiones de CO2

Emisiones diferenciadas

La matriz productiva de Gerdau, cuya producción de acero es cerca del 80% basada en el uso de fuentes recicladas y renovables, le permite a la compañía tener una posición destacada en el sector. Hoy, el 73% del acero producido por la compañía proviene del reciclaje de chatarra ferrosa, lo que la convierte en la recicladora más grande de América Latina, con 11 millones de toneladas de chatarra transformadas en acero anualmente. El acero es un material infinitamente reciclable y por cada tonelada de chatarra reciclada se evita la emisión de 1,5 toneladas de CO₂e.

Además, Gerdau es la mayor productora mundial de carbón vegetal para la fabricación de acero. Tiene 250 mil hectáreas de base forestal en Minas Gerais. Los bosques plantados son materia prima de fuente renovable para el carbón vegetal, que funciona como bioreductor en la fabricación de arrabio, que produce acero con menor intensidad de gases de efecto invernadero.