Los planetas se alinearon y la final soñada será realidad. Boca Juniors empató este miércoles 2-2 con Palmeiras en Sao Paulo y jugará la final de la Copa Libertadores ante su máximo rival, River Plate, en la que será una edición inédita del Superclásico argentino y lo que promete paralizar al país.

El conjunto 'xeneize' llegaba con la tranquilidad de la victoria por 2-0 que consiguió en la Bombonera y certificó su clasificación con un empate en territorio brasileño en el que volvió a ser fundamental el atacante Darío Benedetto. El primer gol fue de Wanchope Ábila.

El título lo definirán ahora Boca Juniors y River Plate, que eliminó al Gremio, campeón de 2017, de remontada en el Arena de Porto Alegre. Será una final inédita. Los partidos podrían jugarse días sábados: la ida en la Bombonera podría ser el sábado 10, y el choque decisivo se jugará en el Monumental el 24 de noviembre. Por cuestione sde seguridad ya que coincide con la Cumbre del G-20, y por cuestiones comerciales para poder transmitirlo para el exterior.

En 2004 los dos clubes se enfrentaron en unas semifinales marcadas por polémica celebración de Carlos Tévez imitando a una gallina. La definición se fue a los penales y el conjunto 'xeneize' se clasificó.

Hubo que esperar once años para una nueva eliminatoria entre ambos. Fue en los octavos de final de 2015 y Boca fue eliminado después de que un aficionado lanzó un bote de gas pimienta en el túnel de vestuarios de la Bombonera. El partido de ida había sido ganado por River. Posteriormente, el Millonario obtendría su tercer título en el torneo.

Con este precedente, la final de la Libertadores 2018 solo puede ser histórica y será la misma que quería evitar el presidente argentino, Mauricio Macri, quien presidió Boca de 1995 a 2008.