Mauricio Macri se apuró en manifestar públicamente su deseo de que los partidos de la final de la Copa Libertadores se jueguen con las dos parcialidades en los estadios, pero algo cambió. Unas horas después le bajó varios tonos a esa declaración y aclaró que la decisión final no está en sus manos. 

El presidente señaló que serán los clubes (Boca Juniors y River Plate) los que definan si las finales se jugarán o no con público visitante, medida que el Estado respalda pero no determina.

El primer mandatario advirtió en una entrevista con Fox Sports que "el Gobierno no le va a imponer a un club de fútbol cómo tiene que organizar un partido".

"Le hemos ofrecido a los clubes las condiciones para que jueguen con público visitante en los dos partidos. A partir de ahí será decisión de los clubes, que son los que organizan el espectáculo. Lo importante es que, si lo quieren hacer con público visitante, nosotros les damos las condiciones", garantizó.

La primera final de la Libertadores 2018 se jugará el sábado 10 a las 16 en La Bombonera, con arbitraje del chileno Roberto Tobar, y la revancha será en el Monumental el sábado 24 en el mismo horario.