El fiscal Luis Schiappa Pietra, de la Unidad de Homicidios Dolosos, reveló que la cámaras de Ming no estaban en funcionamiento el lunes por la madrugada por lo que la investigación no podrá contar con ese registro para intentar determinar qué ocurrió con Carlos Orellano. Fueron secuestrados los teléfonos celulares del dueño del boliche, doce patovicas y dos policías.

“El dueño del boliche dice que las cámaras no filmaban desde hace unos días”, reveló Schiappa Pietra, por lo que será muy difícil contar con imágenes de lo ocurrido en el interior del local nocturno. En ese sentido, la pesquisa intenta hacerse de los registrado por otras cámaras de la zona.

Por otro lado, el fiscal contó que "se encontraron presuntos rastros de sangre atrás del boliche" aunque no ocurrió lo mismo puertas adentro. Los 12 patovicas que trabajaron esa noche en Ming declararon que "no hubo ningún problema".

En tanto, Schiappa Pietra reveló que de la investigación no participan agentes de la Policía provincial ya que "puede llegar a haber personal involucrado”.

Finalmente el fiscal aclaró que será necesario esperar la autopsia para saber si el cuerpo de Orellano presentaba golpes. El cadáver salió a flote "a la vuelta del boliche" este miércoles por la tarde y Prefectura se encargó de retirarlo del río.