Fue extraño, pero en la gala que el presidente Mauricio Macri brindó en agasajo a la pareja real de España, Felipe VI y Letizia, en el Centro Cultural Kirchner uno de los invitados fue Andrés Calamaro. Y ahí fue El Salmón, en un horario impropio tal vez para sus apariciones públicas, pero firme y lookeado con un traje marrón. No era uno más. Al músico lo invitó el ceremonial de la Casa Real. Toma, coño.

Y así fue como uno de los noteros de la TV porteña que revoloteaban en el acceso a la velada lo capturó en la vereda para el habitual mini reportaje. En un ping pong errático en las que Calamaro respondió más por gentileza que por entusiasmo. Consideró "prudente" que se organizara el Congreso Internacional de la Lengua Española en Argentina (esta vez en Córdoba, como fue en Rosario en 2004) y, por lo tanto, la visita de los reyes españoles.

Así llegó el momento de la economía. "Ahora mismo me parece que a Argentina la vemos en el supermercado. Menos carritos y más vacíos. Este es un país muy complicado. Argentina, una vez que entrás no podés salir", respondió el ex Abuelo de la Nada al movilero Roberto Funes Ugarte, de C5N.