Fitbit renovó su weareable más exitoso con el lanzamiento de Fitbit Charge 3, la pulsera de actividad física con la que lidera el mercado y que supera incluso a las grandes marcas de móviles que cada vez estrenan dispositivos más sofisticados para la práctica deportiva.

Las principales mejoras respecto del Charge 2 son la pantalla -un 34 por ciento más grande, el doble de brillante y un 20 por ciento más ligera en el Charge 3-, la mayor duración de la batería que ahora alcanza una semana de autonomía, más información tanto de notificaciones como de app y que, por primera vez, se hace sumergible hasta 50 metros.

Fitbit Charge 3 permite elegir entre más de 15 modos de ejercicio, tales como el ciclismo, la natación, el running, las pesas o el yoga. Nuevamente se puede establecer objetivos de calorías quemadas, duración o distancia recorrida durante el ejercicio. además de ver estadísticas en tiempo real, progresos y celebraciones en el dispositivo al alcanzar un objetivo.

Incorpora la resistencia al agua hasta 50 metros y permite ver en tiempo real desde la muñeca los tiempos hechos con el Modo Natación y usa la tecnología SmartTrack para registrar los largos y el ritmo y analizarlos tras el ejercicio desde la aplicación de Fitbit.

Charge 3 se puede adquirir ya por 180 dólares, en su versión con correa negra y carcasa de aluminio o con correa azul grisáceo y carcasa de aluminio en color oro rosa. Es decir, unos siete mil pesos argentinos.