La energía solar, probablemente el mejor remplazo de las energías convencionales, viene revolucionando el mundo de la innovación tecnológica. Pero tiene un gran inconveniente.

Es que algunos países tienen largas épocas de buen clima como en las grandes extensiones desérticas, por lo que este modo de producción energética es una gran opción, pero hay otros lugares en donde la lluvia y las pocas horas de sol hacen casi imposible esta alternativa.  

Para estos países, científicos y diseñadores chinos proponen una solución: idearon los "solar-pluviale". ¿De qué se trata? Son unos paneles de energía solar que también pueden producir energía a partir de la lluvia. Si bien son capaces de transformar la luz solar en un flujo constante de electricidad, tienen un recubrimiento especial, una capa de grafeno, sustancia formada por carbono que puede absorber energía de las gotas de lluvia.

El grafeno tiene la propiedad de nutrirse de energía mediante las precipitaciones de las gotas de lluvia, que al tener en su composición sales, que se disocian en iones positivos y negativos. Los iones positivos (sodio, calcio y amonio) reaccionan en contacto con el grafeno generando una corriente eléctrica.