El  fin de semana que termina llevó a NAFTA a sus primeros conciertos en dos ciudades importantísimas para la escena musical actual: Córdoba, donde se presentaron en La Plaza de la Música a sala llena, y Rosario, en un Hipódromo que vibró, cantó y aplaudió todas sus canciones. 

Las puertas se abrieron a las 20 y el público – protocolo mediante – ingresó a ocupar sus respectivas burbujas. De vez en cuando el murmullo de la espera era interrumpido por una voz del estadio que recordaba las medidas de seguridad y distanciamiento. Una luz azul se encendió en escena y – por el costado – se pudo ver a les integrantes bajar de la zona de camarines. Silbidos, gritos. NAFTA, por fin, en vivo en Rosario. 

Nafta hizo delirar a los rosarinos en su primer recital en la ciudad

Manquel Lo Presti, músico local radicado en Buenos Aires,  fue el encargado de abrir el show con su samplera. Un beat entre galáctico y lo-fi nos metió en la película. Las luces hicieron el resto. 

“Todo, todo, todo, todo…todo lo que toco lo rompo” coreábamos  junto a Magamo cuando An Espil intervino y las luces, como nuestros ojos, se fueron directo a ella. Abril Oliviera es quien completa el tridente ofensivo más sólido del groove nacional.  Tres colores  de voces completamente distintos que se amalgaman en coros y juegos de voces nos llevan a pasear por escenas del R&B, soul clásico, neo soul… todo comandado por el impecable bajo de Brian Vainverg y las teclas – siempre viajeras - de Simon Groover. 

Luego llegaban “La Espera” y “El enrosque”  casi clásicos, a esta altura. Sonaba el sample de “Sin un Peso” y algunas manos se levantaron entre el  público. “Lo que cobres no te lo delires” coreábamos a la par de la banda “No te lo delires, no seas gil” mientras Simón y Agustín (percus) recrean una escena única apoyados en el – siempre fiel – beat que propone Tomas Sanchez en batería. 

“Venimos de Córdoba y la verdad que hablan  mucho de los rosarinos los cordobeses, no sé porque será” Magamo se gana al público rosarino, en cada intervención.  Aplausos, palmas, tema inédito, flautita. NAFTA surfea cada canción con la precisión del disco pero sumándole datas nuevas, pequeños guiños musicales. ¿Les gusta como suena? Pregunta.  Y  al escucharse un “seeeeee”  general y convencido, retruca: “Entonces un aplauso para Jonathan Vainberg, en el sonido”. Así presenta, uno por uno a quienes integran el equipo técnico. “Hay muchas personas trabajando acá” dice, reflejando el esfuerzo muchas veces pasado por alto, de quienes, desde atrás se encargan de que cada uno de los shows sea increíble.

 “Ya es tarde”, “Unos días más” “Matenme” y “Potra” son los siguientes en la lista. Canciones nunca antes tocadas en nuestra ciudad,  van avisando entre líneas que la noche llega a su fin. “Nos vamos porque no tenemos más disco” dice el cantante y retrucan de inmediato con una versión tremenda de “Vení, Mirá” con la participación de Guillermo Avender en el saxo. Todo impecable. 

Pero NAFTA de este mundo no es, y por lo tanto, no te cierra un show bien arriba con todo el público al palo, gritando y coreando un estribillo. Cuando pensábamos que se fueron, y que ya no había mas nada, cae Simón, vuelve Manquel y juntos arrancan la construcción de un hermoso beat/versión de “Y el mundo sigue andando” como una vuelta a la calma de todas las emociones que estuvimos viviendo en la última hora. Sube Magamo, Brian, Tomás y juntos nos regalan este ultimo momentito. Ahora si, saludo final. Gracias, NAFTA.  

Nafta hizo delirar a los rosarinos en su primer recital en la ciudad