El 24 de junio es una fecha especial para los íconos argentinos. Por alguna paradoja del destino, coinciden las fechas de los trágicos accidentes que mataron a Carlos Gardel y a Rodrigo Bueno. También es el aniversario del gol de Caniggia a Brasil en Italia 90 y de la volea de Maxi Rodríguez a México, en Alemania. Es muchísimo, pero hay más: Juan Manuel Fangio y Román Riquelme nacieron un día como hoy, como Messi. En Rosario, por obvias razones, el cumple de la Pulga tiene un sentido especial.

El capitán de la selección compartió en sus redes un video con los regalos que le hicieron sus compañeros en el predio de la AFA en Ezeiza. Y en Rosario el homenaje se dio con una entrañable charla con dos de sus mejores amigos de la infancia mano a mano con Sí 98.9

Uno de ellos es Agustín Ruani, que de chico coincidió con el crack de Barcelona en las infantiles de Newell’s y en la primaria en la Escuela 66, en la zona sur de Rosario: “Es raro esto de que llegue su fecha de cumpleaños y no saber qué regalarle, porque uno se pregunta qué no tiene. De chico, con nosotros era uno más. Es más, pensábamos que había uno que jugara como él en todos los lugares. Estábamos acostumbrados a ganar por goleada, por 6 o 7 goles, pero era normal para nosotros. Cuando fuimos creciendo, nos dimos cuenta que no, que habíamos convivido con alguien único”.

Messi junto a sus amiguitos, con el metegol.
Messi junto a sus amiguitos, con el metegol.

La mamá de Ruani, Alejandra, fue maestra de Messi en cuarto grado. Pero al capitán de la selección ya lo conocía desde antes, porque jugaba con su hijo en las infantiles de Newell’s. “Los llevaba al predio de Malvinas a entrenar todos los martes y jueves. Eran un montón de chiquitos, íbamos todos en un Renault 12. Lionel iba atrás y siempre lo recuerdo como muy tímido, que siempre quería pasar desapercibido. Era muy amoroso. Y el grupo era muy unido, los fines de semana se iban a dormir a veces a la casa de Lucas, el primo de Antonella (Rocuzzo), que jugaba con ellos. 

El patio de la escuela 66, a la que Lío fue de chiquito y que hoy lo recuerda con un mural.
El patio de la escuela 66, a la que Lío fue de chiquito y que hoy lo recuerda con un mural.

Ruani, que en la banda de amigos era “El Luli”, contó que cada tarde solían jugar a la pelota con los pibes del barrio en la canchita del Batallón 121, cerca de donde ahora están el Distrito Sur y el Museo del Deporte. “Era el más chiquito. La pelota le llegaba a las rodillas, pero cuando hacíamos el pan y queso, vos sabías que el que elegía primero, ya ganaba el partido. Nos venían a jugar los chicos de cuatro años más, que a esa edad tienen un cuerpo con mucha diferencia. Y Leo los pasaba por arriba igual, alguna patadita se ligó en ese momento. Pero se paraba y seguía jugando, como ahora”.

A la charla se sumó Walter Barrera, otro de los amigos de Messi en su infancia: “Tengo mil anécdotas de esa época, pero muchas quedan entre nosotros. Me acuerdo cuando cruzábamos acá por el terreno del Batallón, que cortábamos los alambres con una tenaza y terminábamos con el guardapolvo todo verde por el pasto. En los recreos, pelota de papel, de trapo, de lo que fuera. Acá en la escuela 66 había una galería, con arcos semicirculares. Usábamos uno de arco, otro con los buzos. Y ahí Leo la rompía”.

Walter también reveló que Leo no tenía el mismo talento en el aula: “Y… digamos que como alumno de matemáticas, era un gran jugador de fútbol”. De chico, el apodo en el barrio era “Colo", recordó Barrera, que vivía con los Messi casa por medio. 

Un dato curioso que sus amigos recordaron es que Gustavo Teres, el actual secretario general de Amsafe Rosario, fue entre 1988 y 1996 el profe de educación física de Messi. Sobre aquellos años, Walter rememoró: “En preescolar tuvimos la primera dormida, que la organizó Gustavo. Yo tengo una foto con Leo los dos juntos con la bolsa de dormir. Pero al final, cuando venía la hora que apaguen las luces, lo fueron a buscar el papá y la mamá, porque prefirió no quedarse, como que se asustó un poco”.

Walter Barrera, compañero de primaria de Messi.
Walter Barrera, compañero de primaria de Messi.

"Luli" y Walter señalaron que es muy difícil para el crack del Barsa reencontrarse con sus viejos amigos en estos tiempos, pero revelaron que cuando pasa por Argentina, suele hacerse un tiempito para reunirse, de forma reservada. "¿Sabés lo que daría a veces por poder ir con mi hijo de la mano al cine?", le dijo una vez Messi a sus amigos.

Historias para siempre

Como sucede en cada grupo de barrio, las historias son de lo más variadas. Una que sus amigos recordaron se dio cuando Messi jugaba en el Sub 17 y ya su nombre empezaba a sonar fuerte. "Vino de España y quisimos juntarnos a comer. Fuimos a avenida Pellegrini y (el restaurant) cerró especialmente el primer piso. Todavía no había debutado en el Barcelona. No pudo comer nada, todo el tiempo estuvo firmando autógrafos. Estaba el Pocho Lavezzi también", recordó Walter. 

La mamá de Agustín Ruani también compartió vivencias: "Si querés te puedo mandar fotos que tengo de esa época, son un montón porque pasamos tantas cosas juntos con Lio y con su familia. Cuando cumplieron 6, mi hijo y Lionel lo celebraron juntos, porque son de fechas parecidas. Tengo la foto con la torta de los dos. Y también del viaje de estudios de séptimo, ahí ya se notaba más la diferencia de altura. El de lentes oscuros azules, es Messi. Eso es en el año 1999", contó con mucha emoción esta docente, hoy jubilada, conectada con recuerdos muy felices de la mano de la infancia del capitán de la selección.

Y un rato después, llegaban las imágenes que acompañan esta nota. 

Lionel y Luli, en el viaje de séptimo grado.
Lionel y Luli, en el viaje de séptimo grado.
#PoneleQueSi - Festejamos el cumple de Messi con sus amigos de la infancia Luli y Walter by Sí 989