Europa occidental asiste a una temporada de lluvias inédita que ha causado desbordes de varios ríos y que hasta el momento ha provocado la muerte de diez personas en Alemania, una en Francia y la desaparición de otra en Bélgica.

En el primer germano, la policía de la central operativa en el estado federado de Baviera, en el sur, informó que son diez las víctimas mortales desde el pasado fin de semana y continuaban con la búsqueda de otras dos personas, un matrimonio de jubilados.

Hasta últimas horas de la tarde del jueves se había logrado restablecer el suministro eléctrico en las localidades más afectadas -Simbach, Triftern y Tann- prácticamente en su totalidad.

Las fuertes lluvias por ahora cesaron, lo cual en ciertos aspectos no facilita las tareas de limpieza, ya que "el problema es que hay que quitar el barro rápidamente" y "una vez que está seco, queda duro como una piedra", explicó un portavoz de Defensa Civil del país germánico.

En tanto, se estima que los daños causados por las inundaciones en el distrito de Rottal-Inn ascienden a cientos de millones de euros, consignó la agencia EFE.

En Francia, en tanto, las fuertes lluvias caídas a lo largo de la semana mantienen este viernes en alerta trece departamentos del país, y en especial la región parisina, donde el Sena se espera que alcance a media jornada los seis metros de altura.

De esos trece departamentos, según el servicio de meteorología Météo France, doce se encuentran en alerta naranja, que obliga a la población a aumentar su precaución por el riesgo meteorológico existente y cierto grado de peligro para las actividades usuales, y uno, el de Seine-et-Marne, en alerta roja, la máxima prevista.

Un hombre de 74 años murió ayer en ese último departamento, y la ministra de Ecología, Ségolène Royal, indicó que cuando baje el nivel de las aguas no se descarta que aparezcan otras víctimas.

Las lluvias perjudicaron especialmente el transporte parisino y obligaron al cierre de los museos del Louvre y de Orsay, que activaron un plan para evacuar sus obras de las plantas inundables.

La crecida del Sena alcanzó esta mañana los 5,58 metros a su paso por París, una cifra que en la gran inundación de 1910 llegó a los 8,62 metros y que en otras grandes crecidas como la de 1955 se situó en los 7,1 metros.

Además, informa la agencia ANSA, un hombre desapareció en Harsin, Bélgica. Según medios locales, el hombre habría quedado atrapado por las inundaciones mientras trataba de poner a salvo sus colmenas. Entre la noche de ayer y esta mañana, otros ríos de la zona se desbordaron.

(Télam)