El gobernador Omar Perotti anunció la nueva fase de restricciones a partir del lunes con un mensaje grabado de fuerte crítica hacia quienes no cumplen las órdenes de las autoridades como los grupos anticuarentena que durante la semana generaron episodios lamentables.

“Mi rechazo más absoluto a los que marchan sin barbijo, agreden a periodistas y policías, ya que llevan consignan que ponen en riesgo la vida de las personas, también a los que organizan fiestas clandestinas, es indignante. Después se ocuparán una cama o respirador mientras alguien por antecedentes clínicos lo necesita”, sostuvo el gobernador.

Así se refirió claramente al grupo de personas que se reunió durante el fin de semana largo en el Monumento a la Bandera y algunos parques públicos bajo la Organización de Médicos por la Verdad, una organización anticuarentena y antivacunas.

Nueva fase del lunes al viernes

 “La actividad comercial e industrial tendrá una apertura parcial. Volvemos al DNU anterior, a la etapa anterior”, dijo Perotti. Desde este lunes hasta el viernes, Santa Fe no vuelve a las clases presenciales y mantendrá la virtualidad por una semana. De 18 a 6 no se podrá circular con vehículos (salvo esenciales),  y bares y restoranes pueden volver a su horario hasta las 19 con mesas afuera. Los comercios podrán recibir gente en sus locales con protocolos y hasta las 17. El próximo fin de semana vuelve la restricción más severa como la actual que estableció Nación.

Además, el gobernador mantuvo un discurso con fuertes alertas sobre la situación sanitaria y del sistema de asistencia. “Estamos con muy pocas camas críticas para atender (…) La segunda ola genera una sobredemanda del sistema. Las derivaciones han sido incesante, y estamos ante el peligro de no poder dar respuesta a los pacientes ”.

También dijo que la campaña de vacunación es “eficiente” aunque hay escases de vacunas en todo el mundo. En tanto también se refirió indirectamente a aquellos sectores, como el gastronómicos, que en la semana anunció que no pagará impuestos, en lo que se consideró una rebelión fiscal. “El Gobierno ha puesto 3.000 millones de pesos: 1400 de forma directa y 1600 en temas impositivos, y la EPE y Aguas Santafesinas seguirán con soluciones tarifarias”.