Los fiscales que investigan las circunstancias de la muerte de Diego Armando Maradona lograron acceder este lunes a la información de los dos teléfonos celulares secuestrados a la psiquiatra Agustina Cosachov, una de las dos profesionales responsables de la salud del exastro futbolístico en la internación domiciliaria que se montó en el country de Tigre donde falleció en noviembre pasado.

Se trata de dos teléfonos celulares marca Iphone (un 6 Plus y un SE), los cuales habían sido secuestrados en la casa de Cosachov el 1 de diciembre pasado, en el barrio porteño de Palermo, y que ya habían intentado analizar sin éxito en diciembre pasado.

El abogado defensor de Cosachov, Vadim Mischanchuk, confirmó que los expertos en informática de la Policía Judicial lograron acceder "al backup automático que se había hecho en la cuenta de iCloud", en referencia al sistema de almacenamiento de los dispositivos Iphone de marca Apple.

"Tenía información encriptada y la encriptación no permite visualizar el contenido de la información extraída del celular con UFED", dijo a Télam un investigador, quien explicó que la maniobra para guardar la información fue realizada el día posterior al allanamiento que realizaron los fiscales a la casa del médico Leopoldo Luque, el otro médico involucrado en la causa.

Los expertos en informática lograron determinar que el 30 de noviembre pasado a las 9 de la mañana, la psiquiatra realizó una copia de seguridad de ambos teléfonos y colocó una clave, distinta a la de apertura de los teléfonos, por lo que todos esos datos guardados no pudieron ser visualizados.

Sin embargo, el abogado Mischanchuk apuntó contra la circulación de "versiones malintencionadas" en relación a su defendida, que sostenían "que Cosachov había borrado información o que había encriptado información para ocultarla". "Eso es absolutamente falso y quedó demostrado hoy acá en la fiscalía", subrayó.

Ahora, los investigadores analizarán únicamente la información referida a los tratamientos médicos de Maradona contenida en todos los celulares, las PC y tablets secuestradas en el marco de la investigación, así como también las comunicaciones y mensajes que hayan tenido las personas investigadas sobre los momentos previos, concomitantes y posteriores al deceso del "10".