La intención de cuidacoches y limpiavidrios de conformar un sindicato divide a la opinión pública y también al Concejo Municipal. Desde el bloque socialista intentan impedir su llegada a la ciudad por considerar que implicaría regular una actividad ilegal. En tanto, algunos bloques opositores argumentan que hay una “sobreactuación” por parte de algunos ediles y plantean que con la prohibición “solo se favorecen las mafias”.

“Estamos trabajando activamente para oponernos a su llegada. Ya notificamos al ministerio de Trabajo de la Provincia y al de Nación pidiendo que no recnozcan la personería del sindicato. Entendemos que no es conveniente ni correcto sindicalizar una actividad que no tiene detrás una actividad laboral. En este caso no estamos hablando de personas que tengan un trabajo”, sostuvo en Si989 Fabricio Fiatti, del bloque Arriba Rosario.

Y siguió :"es una actividad que enmascara otras vinculadas a lo ilegal, incluso al mundo del delito. La regulacion de lo que pasa en el espacio público es de exclusiva competencia municipal. Uno puede tolerar determinados casos sociales pero no que el mundo del delito se filtre a través de esta actividad".

Por otra parte, la edila Fernanda Gigliani del bloque Iniciativa Popular, sostuvo que “se está sobredimensionando" la situación. “Me genera dudas y me hace ruido conformar un gremio de un actividad que no está regulada, pero de fondo lo que hay es una gran sobreactuación de los concejales oficialistas”, explicó.

Y continuó: “estamos hablando de una actividad no regulada que no quiere decir que sea ilegal. Mezclan un universo heterogéneo que incluye a los que sí cometen delitos y forman parte de organizaciones mafiosa”. En este sentido, la concejala ejemplificó: "el fin de semana en el show de Emilia Mernes (en la exRural) hubo bandas organizadas reclamando 5 mil pesos, tarifando el espacio público, y el Estado estaba completamente ausente".

En este sentido, Gigliani subrayó: “hay otro universo de personas que históricamente vienen utilizando este método de cuidar y lavar coches y limpiar vidrios como único modo de sustento. Son gente que ha quedado fuera del sistema y no son apretadores ni cometen delitos”.

“Sobreactuando no se resuelve nada, tampoco prohibiendo. Quienes se fortalecen con las prohibiciones son las mafias”, agregó. En particular, propuso “regular la actividad, que el Estado haga un relevamiento para poder trabajar artesanalmente un proyecto de vida alternativo. Hay que sobreactuar menos y laburar más”.