La ciudad de Río Tercero no adhirió a los días de duelo que decretó el gobierno nacional tras el fallecimiento del ex presidente Carlos Menem. Y el intendente de la localidad cordobesa, Marcos Ferrer explicó la decisión este martes, en diálogo con la Sí98.9: “Para nosotros, es un personaje nefasto y forma parte de la historia más oscura de nuestra ciudad. Tuvo participación activa en los delitos de venta de armas ilegal a Ecuador y Croacia, que fue el móvil para lo que terminó siendo en 1995 la explosión de nuestra fábrica de armas, que se comprobó fue un atentado”, dijo.

Con la muerte de Menem, cabe recordar, se cerró el capítulo judicial por la voladura de la Fábrica Militar cordobesa, que dejó como resultado siete muertos, más de 300 heridos y graves daños materiales. El expresidente era el único imputado que quedaba en la causa, y debía afrontar un juicio oral y público a partir del próximo 24 de febrero. 

En diálogo con Patricia Dibert en Ponele que Sí, el intendente de la localidad que sufrió la explosión recordó que Menem debía ser juzgado por estrago doloso seguido de muerte. “En los fundamentos de la sentencia, está claro que el móvil para la explosión fue la venta de armas. Es decir que había un doble vínculo, no sólo la explosión, sino el ilícito previo. Pareciera que en nuestro país la muerte hace que todo lo malo deja de recordarse. Pero en nuestra ciudad consideramos que no es así y por eso este acto de dignidad. Este señor ha quedado impune, porque ha sido condenado pero se amparó en sus fueros”.

La fábrica de Río Tercero voló el 3 de noviembre de 1995. “Yo tenía 13 años ese día. Recuerdo todo lo que pasó. Las explosiones sucedieron una tras otra y era como si estuviesen disparando un arma al lado del oído. Después de aquello, nos alteraba cualquier ruido, hasta un trueno nos asustaba acá en la ciudad. Hubo siete muertes, una de ellas fue por un infarto y el resto por proyectiles que los alcanzaron. Un caso que recordamos mucho es el de Romina, que estaba en la puerta de su escuela y murió abrazada a una compañera. La fábrica tenía entonces mil empleados, todos de acá. Pero fue todo tan planificado, que operario no falleció ninguno. Esa es otra muestra de que estuvo todo planeado al detalle. Por eso nos pareció justo no hacer un homenaje a una persona tan siniestra como Menem”.