La policía italiana arrestó a 34 miembros y cómplices, y embargó bienes por un valor de 60 millones de euros del clan mafioso de Brancaccio, un barrio de la siciliana Palermo.

Los mafiosos de Brancaccio se enriquecían a través del tráfico de estupefacientes y con la gestión, mediante testaferros, de un grupo de empresas que operaba en todo el territorio italiano y del "pizzo", el impuesto que la mafia pide a los empresarios.

Las investigaciones permitieron comprobar las extorsiones a las que el clan sometía a las empresas constructoras y a los pequeños comercios históricos de la ciudad, a los que incendiaba las propiedades si se resistían a pagar el mencionado impuesto.

Las detenciones cautelares y los embargos ocurrieron en la región de Sicilia, tradicional base de "Cosa Nostra", pero también en otras regiones italianas como la sureña Apulia, Lacio y Toscana, en el centro, o las del norte Emilia Romagna y Liguria, informó el cuerpo de Carabineros (policía militarizada) en un comunicado.

Todos los detenidos están acusados de conformar el clan del barrio palermitano de Brancaccio y entre ellos está también el considerado jefe del grupo, Pietro Tagliavia, que gobernaba la organización pese a estar bajo arresto domiciliario desde 2011 por otros delitos.

Lo Porto también se encargaba de repartir recursos económicos a las familias de los mafiosos detenidos para su manutención, una tarea esencial para mantener el equilibrio entre los clanes que conforman la organización criminal.