Un grupo de científicos israelí llevó adelante un extraño experimento para probar las habilidades de navegación de los peces fuera de su hábitat natural y llegar a nuevas conclusiones sobre el origen de las habilidades de navegación en general.

Para esto los biólogos Shachar Givon y Matan Samina de la Universidad Ben-Gurion en Israel, hicieron que un pez dorado maneje un vehículo en tierra firme, algo que parece una completa locura absurda, pero aunque parezca mentira tiene su sustento científico.

Los científicos buscaron probar la "metodología de transferencia de dominio", en la que "una especie se inserta en el entorno de otra especie y debe hacer frente a una tarea familiar", en este caso, navegar a través de un entorno terrestre en lugar de un ambiente acuático, como escriben los científicos en su nuevo estudio publicado en Behavioral Brain Research.

Tweet de Ronen Segev

Para el experimento, el equipo diseñó y construyó un vehículo operado por peces, que consta de un tanque de agua, cuatro ruedas motorizadas, una computadora, una cámara para rastrear el movimiento. Cuando manejaba a toda velocidad, el pez se movía a una humilde velocidad de 1,5 km / h. Por algo se empieza.

En el experimento se utilizaron un total de seis peces dorados y cada sesión tuvo una duración de 30 minutos, con un máximo de 20 intentos. Trabajando en un área de 3 por 4 metros, los peces aprendieron a navegar hacia un objetivo rosa para recibir una recompensa en forma de bolitas de comida.

Como concluyen los investigadores, “este estudio sugiere que los peces pueden aprender a controlar un vehículo y utilizar estrategias de navegación simples para realizar una tarea con éxito. Esto sugiere una universalidad en la forma en que se representa el espacio en todos los entornos ”, dicen. 

El próximo paso parece ser probar esta metodología en un animal terrestre en un entorno acuático para llegar a conclusiones más decisivas. ¿Podrán?