Al menos cuatro personas murieron por el derrumbe tras la explosión de un edificio en la ciudad francesa de Marsella el pasado domingo, y en la investigación para determinar la causa de la explosión, el gas es una de las pistas, según las autoridades. Una reminiscencia de lo ocurrido en el edificio de calle Salta 2141 en Rosario hace casi diez años, por una fuga de la llave de gas.

"Se han encontrado cuatro cadáveres, son descubrimientos macabros y difíciles", dijo el ministro de Ciudad y Vivienda, Olivier Klein, en una rueda de prensa en el lugar de la tragedia este lunes, donde los equipos de rescate continúan trabajando los escombros.

Los dos primeros cuerpos habían sido extraídos el domingo durante la noche de entre los escombros del edificio derrumbado en el número 17 de la calle Tivoli, en el centro de la ciudad, y el tercero a primera hora del lunes, y el descubrimiento de un cuarto cuerpo fue confirmado por el centro de mando de los bomberos. "Todavía hay esperanza" de encontrar posibles supervivientes, dijo el alcalde, Benoit Payan.

"Dadas las dificultades particulares de la intervención, (la extracción de cuerpos del lugar) llevará tiempo", declararon los socorristas, que trabajan día y noche en condiciones especialmente difíciles para intentar encontrar a otras víctimas del derrumbe.

La sospecha del gas

"Rápidamente percibimos un fuerte olor a gas, que se mantuvo y que todavía percibimos esta mañana" del lunes, declaró a la AFP Savera Mosnier, vecina de una calle cercana.

Unas 200 personas, entre ellas familias, tuvieron que ser evacuadas de los edificios circundantes por riesgo de derrumbe.

La fiscal de la República de Marsella, Dominique Laurens, había indicado el domingo que entre los desaparecidos había "personas de cierta edad y una pareja joven de unos treinta años". Se cree que no hay niños ni menores, precisó.