Ariel Cabrera, uno de los prófugos buscados por el crimen de Ivana Garcilazo, la hincha de Central asesinada el 30 de setiembre después del clásico, se entregó esta mañana de jueves en sede policial, acompañado por un abogado que lo puso a disposición del fiscal Gastón Ávila, a cargo de la investigación penal. 

Cabrera es profesor de Educación Física y se desempeñaba como entrenador del fútbol infantil del Club Deportivo y Social Lux. Desde que el Ministerio Público de la Acusación difundió el lunes pasado imágenes de los sospechosos del crimen, tanto éste como su amigo y cómplice, Damián Reifenstuel, desaparecieron de sus rutinas habituales. 

Luego, al ser reconocidos y señalados por varias personas que los identificaron con esas imágenes, el MPA dio a conocer el miércoles el nombre y apellido y las fotos de ambos docentes. Reifenstuel es profesor de Química y está prófugo. Su domicilio en Pérez fue saqueado el miércoles a la tarde, tras conocerse su situación penal. 

Finalmente, Cabrera se presentó este jueves a las 10 en la sede de la Agencia de Investigación Criminal, en Lamadrid al 400, junto a un abogado y quedó detenido a las órdenes del fiscal Ávila.

Le cabrá en las próximas horas una imputación por homicidio agravado, en el marco de la Ley de Espectáculos Deportivos, hecho punible hasta con prisión perpetua.

"Se presentó de forma voluntaria a los efectos de aclarar el hecho. Solicitamos que se tenga cuidado con su seguridad y creemos que la justicia va a tener presente esto. Con la audiencia imputativa veremos cómo proceder, tenemos que ver la evidencia", dijo en Si989 Sergio Larrubia, abogado de Cabrera.

Reifenstuel, en tanto, sigue prófugo y con pedido de captura nacional. Una ex pareja desde Europa se comunicó con Fiscalía para informar su identidad, luego de haberlo reconocido en el video difundido el lunes por el MPA.

También hay una tercera persona involucrada y que el fiscal Ávila encomendó su búsqueda, aunque sin revelar su identidad. 

Respecto del preparador físico involucrado y ahora detenido, el presidente de Social Lux, Franco Scala, informó en declaraciones a la prensa que Cabrera integra el cuerpo técnico de esa entidad del barrio Ludueña hace siete años. Y que al día siguiente del clásico y del asesinato de la joven hincha de 32 años, Cabrera se presentó a un partido de las inferiores del club y tuvo un semblante normal. "Fue a trabajar con normalidad, no lo noté nervioso y tampoco se había cortado el pelo", dijo. Al día siguiente, desapareció.